Carlos Alós, Valencia El nombre de Faruk Bennis, el marroquí involucrado presuntamente en el escándalo financiero desatado en su país y que ha provocado la quiebra de una sociedad bancaria semipública, no pasa desapercibido en Valencia.

En la capital, Faruk Bennis ha dejado un reguero de acreedores desde que se estableció a finales de los noventa cuando salió de Marruecos tras destaparse el multimillonario agujero del Crèdit Inmobilier et Hôtelier (CIH). El CIH es una entidad financiera que habría prestado más de mil millones de euros no reingresados a importantes empresarios relacionados con la Familia Real marroquí, entre los que se encontraría Faruk Bennis y en favor de los que el rey Mohamed VI habría presionado pa ra garantizar su impunidad.

El empresario marroquí, que aparece como administrador de empresas dedicadas a la promoción inmobiliaria en Málaga y Marbella, tiene una relación familiar con la ciudad de Valencia ya que está casado con una valenciana, aunque el rastro se le pierde tras cerrar un establecimiento ubicado en la calle San Vicente de Valencia. Es en este negocio donde ha dejado deudas que han motivado la presentación de una demanda judicial contra él. También la tesorería general de la Seguridad Social de Valencia ha buscado durante estos años por deudas impagadas al presunto beneficiario de la quiebra del banco marroquí.

Bennis abandonó de la noche a la mañana el negocio en la céntrica calle de Valencia, donde tenía una cafetería, según explicó ayer el propietario del establecimiento. El nombre de Bennis les resulta familiar a los actuales inquilinos porque tras marcharse, hace unos cuatro años, llegaron a su nombre numerosas reclamaciones de diferentes organismos: «Venían cartas de la Seguridad Social, de los juzgadosÉ» , explicaron ayer. Complejo turístico en Marruecos Incluso en los últimos años la policía ha preguntado varias veces por él en el establecimiento en el que aún está domiciliada, según el registro mercantil, la empresa Moon Watcher SL, que se dedicaba al servicio de cafeterías y en la que Faruk Bennis figura como administrador único. Sin embargo, su paradero es toda una incógnita aunque diversas fuentes lo sitúan en la ciudad de Valencia donde, aseguran, regenta otro negocio, conduce coches de lujo y viaja habitualmente a Rabat.

Bennis, que ya ha cumplido los 60 años, fue el promotor del complejo turístico Al Mina, situado al sur de la carretera entre Tetuán y Sebta. Allí debió de invertir una importante cantidad de dinero después de lograr un préstamo de 22 millones de euros del Crèdit Inmobilier et Hôtelier (CIH) que ya no reingresó.

Sin embargo, según la denuncia realizada el pasado miércoles por el ex ministro marroquí Mulay Zine Zahidi, Bennis está muy lejos de la bancarrota ya que habría logrado trasladar hasta Suiza importantes sumas de dinero a través de intermediarios.

Zahidi, que dirigió el CIH, ha declarado en una entrevista al diario El Mundo que fue presionado desde altas instancias del régimen marroquí para que no exigiera el dinero a Bennis, y recuerda que incl uso una hermana del fallecido Hassan II le llamó para instarle a liquidar la deuda. Consulado de Marruecos En el consulado de Marruecos también les resulta familiar el nombre de Faruk (Farouq en francés) Bennis y varios funcionarios recordaban ayer haberle visto hace unos años, concretamente hasta el año 2003, en la cafetería de la calle San Vicente, aunque tampoco conocían su paradero actual y confirmaron que Bennis salió de Marruecos después de que se destapara el escándalo del banco, aunque evitaron señalar si es uno de los protegidos de la Familia Real.