Levante-EMV, Valencia Los populares chiringuitos que durante años han vendido refrescos y comida al borde del mar tienen los días contados. Pronto tendrán que alejarse de la zona pública de playa, ya que el Gobierno va a obligar a estos bares a retroceder hasta situarse más allá del paseo marítimo.

De hecho, la construcción de este tipo de establecimiento en la misma playa está prohibida desde hace años y viene recogida en la Ley de Costas que el anterior Gobierno socialista promulgó en el año 1988. Esta ley tiene como finalidad asegurar la integridad y conservación del dominio público marítimo-terrestre y en especial de la ribera del mar.

La Ley de Costas establece unos bienes de dominio público marítimo-terrestre, es decir, una zona que es patrimonio de todos los ciudadanos. En este espacio se incluye tanto la zona de baño, la arena y las dunas, como las zonas inundables y las áreas en las que hay plantas asociadas al mar. La protección establece que estos lugares no pueden ser ocupadas por ningún elemento permanente.

En concreto, la Ley prohíbe cualquier instalación, a no ser que el propietario haya tramitado una concesión. Sin embargo, a lo largo de la costa española existen numerosos chiringuitos que se hallan en una situación de ilegalidad.

El Gobierno se ha propuesto acabar con este problema. El Ministerio de Medio Ambiente se había dado de plazo hasta este año para hacer cumplir la normativa, aunque hasta el momento la había pasado por alto y había hecho la vista gorda con los casos irregulares.

En cualquier caso, no se trataría de hacer desaparecer los populares chiringuitos, si no de ubicarlos en otra zona, que no perjudicara a los hosteleros, pero que fuera adecuada a la normativa vigente.