O. Briasco/J. L. García, Valencia

El bloqueo que sufre la aplicación de la ley de Dependencia en la Comunitat Valenciana, donde ningún beneficiario ha recibido las ayudas casi un año después de que se abriera el plazo de solicitud, está afectando paradójicamente a las personas que más necesidad de asistencia tienen: los grandes dependientes. Y el retraso en el acceso a las prestaciones alcanza tal extremo que muchos de los solicitantes han fallecido antes incluso de que sus familias reciban la primera prestación.

Numerosas quejas han llegado a Levante-EMV en este sentido. Un ciudadano de 57 años que solicitó el 2 de mayo de 2007 el apoyo de la administración denunció que cuando un equipo de valoración llegó a su casa, siete meses después, "ya era demasiado tarde". "Mi suegra había fallecido una semana antes", afirmó. Se trataba de una gran dependiente, enferma de Alzheimer, cuyo cuidado supuso la contratación de asistentes a lo largo de los años y la adecuación de la casa.

"Cuando le dije que la persona había fallecido el valorador se quedó en la puerta y tachó el nombre", explicó el ciudadano, quien detalló que la persona en cuestión le contestó: "No es el primer caso que nos encontramos". Hasta que los valoradores les visitaron, la única respuesta de la conselleria había sido: "Debéis esperar".

Durante muchos años el matrimonio llevó una carga económica que "nos correspondía" pero, ahora, denuncia que "si la Administración concede este tipo de ayudas sociales deben hacerse efectivas pronto porque más tarde ya no tiene sentido". Y continúa diciendo: "No entiendo porque en la Comunitat Valenciana están poniendo tantas trabas".

El de esta familia no es el único caso. Caridad perdió a su marido hace menos de un mes tras una larga y dura enfermedad que lo mantuvo incapacitado prácticamente un año y recluido en el hospital la Fe. Esta familia solicitó la ayuda en agosto y tras la visita de la asistente de su municipio, que le dio el grado máximo de dependencia, no volvió a saber más de la Conselleria de Bienestar Social. "No nos ha llamado nadie ni se han preocupado", dice.

Endeudados

Los cuidados de su marido durante la enfermedad han supuesto un alto coste tanto en el aspecto económico -"Tuvimos que pedir un crédito", señala- como en términos de sacrificio: "Mi hija se dejó la carrera para ayudarme a cuidar de su padre", comenta. "Necesitaba muchos cuidados y muchas cosas. La ayuda nos hubiera venido bien", reconoce. "No entiendo por qué en la Comunitat Valenciana no se cobra y en otras, sí", explica.