El pleno del Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha aprobado su adhesión a la asociación de municipios dedicados a la protección y difusión de la línea defensiva de la Inmediata que durante la Guerra Civil se construyó entre el Puig y els Carassols con el objetivo de afrontar los envites del bando nacional de la contienda. Su adhesión oficial es el paso previo al inicio de los trámites para la creación definitiva de la asociación y del correspondiente reglamento que regulará su funcionamiento.

El objetivo del consistorio pasa por recuperar los 8 kilómetros del trazado de la línea defensiva ubicados en el término municipal de Riba-roja de Túria tras la voluntad expresada por las localidades integrantes de la asociación -Rafelbunyol, Vilamarxant, San Antonio de Benagéber, el Puig, Nàquera, Bétera, Moncada y Paterna- de proteger el patrimonio bélico existente de la guerra civil.

La línea la Inmediata está formada por un trazado de 26 kilómetros de distancia que discurre entre los municipios del Puig y Carassols en Riba-roja de Túria que se construyó en el año 1938 para formar una línea de retaguardia de las tropas republicanas frente al bando franquista para salvaguardar la ciudad de València, si bien finalmente no entró en funcionamiento.

La unión de los municipios pretende unificar y poner en común las distintas iniciativas y programas que los respectivos ayuntamientos que la forman pondrán en funcionamiento próximamente para conservar, restaurar y difundir los restos bélicos que perduran a día de hoy. Entre ellos destacan las trincheras, los búnkeres, los túneles, los nidos de ametralladoras y las plataformas existentes a lo largo de todo el trazado.

Los fines de la asociación se sustentan en la promoción de medidas y programas para el estudio, la protección y la rehabilitación de la línea defensiva, la coordinación de las iniciativas de los ayuntamientos, la puesta en marcha de actividades turísticas, culturales, sociales y educativas, además de la cooperación con las instituciones competentes en la materia.

Los municipios firmantes se comprometen a difundir entre sus vecinos el conocimiento del valor histórico de los restos bélicos, el impulso del patrimonio como recurso didáctico para promover valores relacionados con la ciudadanía democrática y la convivencia pacífica en el marco de la denominada Cultura de la Paz.