El PP de Llíria se ha quedado como el único grupo municipal en la oposición en la corporación edetana tras la firma del Pacte de Ca la Vila entre PSPV y Compromís el pasado martes, algo que en las filas populares entienden que «sólo atiende a intereses partidistas de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas, lejos de trabajar por los intereses de nuestra ciudad», según criticó su portavoz, Reme Mazzolari.

Pero la dirigente popular fue más allá e insistió que este acuerdo no se alcanza por el interés de las formaciones en Llíria, sino que viene desde más arriba: «es un matrimonio impuesto desde las sedes autonómicas del PSPV-PSOE y Compromís que sólo busca vender humo a la ciudadanía para volver a repetir en la Generalitat». Así, insistió en que el martes en Ca la Vila hubo «una representación teatral con el único objetivo de limpiar la imagen de la coalición PSOE-Compromís, pues sus representantes tuvieron que firmar el pacto con la nariz tapada mirando más a sus sedes autonómicas que a los intereses de Llíria». Por ello, Mazzolari insistió en que «no es casualidad que el pacto llegue a mitad legislatura, en el que apenas tienen poco más de año y medio de gestión, tiempo suficiente para empezar su campaña electoral particular valiéndose de las instituciones». Estas críticas se suman a las ya realizadas por la vicesecretaria de Organización del PP, Mari Carmen Contelles, que ya censuró que dicho pacto era «un reparto de sillones».

Mientras tanto, el Ayuntamiento de Llíria daba a conocer ayer las primeras subvenciones del plan ARRU para la rehabilitación y regeneración urbanas, que formaban parte de los compromisos adquiridos en el Pacte de Ca la Vila.