Los robos en los campos de naranjas son uno de los grandes problemas con los que tienen que lidiar habitualmente los agricultores. Suelen ser ladrones menores por la poca cantidad con la que son cazados por las autoridades, pero el daño realizado a los campesinos es del mismo parangón que cualquier otro robo. Más si cabe, si estas sustracciones se producen en plena campaña de recolecta del fruto.
En esta situación se encuentran los agricultores de Vilamarxant, los cuáles han elaborado un escrito -al que ha tenido acceso Levante-EMV- dirigido al ayuntamiento para conseguir mayor protección de sus campos y cosechas. En los últimos meses estos campesinos han detectado un aumento «considerable» de los robos de naranjas en sus parcelas. Un hecho que provoca pérdidas graves en la rentabilidad de este producto agrícola.
Asimismo, el temor ante futuros robos hace que los agricultores vendan sus naranjas lo antes posible sin la posibilidad de guardarse algunas partidas como naranja tardía, es decir, la fruta que se vende fuera de temporada y que supone una venta con cantidades económicas superiores a lo habitual según indican agricultores anónimos de la localidad de Camp de Túria.
Tal es el punto de indignación de estos campesinos que tres asociaciones agrarias -La Unió de Llauradors i Ramaders, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja)- elaboraron un escrito dirigido al alcalde, Jesús Montesinos, el pasado 16 de enero. En el texto, las asociaciones solicitan la convocatoria urgente del Consell Agrari Municipal para «tratar los temas de interés agrario de forma permanente». Además, los agricultores recuerdan la legislatura que indica que entre las funciones de los policias locales de la Comunitat Valenciana se encuentra la de «efectuar diligencias de prevención y todas las actuaciones que tienda a evitar la comisión de actos delictivos (...) tanto en el ámbito urbano como rural».
Ante estas dos solicitudes, los agricultores creen que han de salir unas lineas de trabajo que impidan los robos y a su vez aumente la seguridad en los campos. Una de estas tareas sería realizar un control documental municipal en los almacenes de recepción de fruto que hay dentro del término. Y es que según señalan agricultores vilamarxenters anónimos hay dos almacenes de la localidad que compran fruta robada. Es por ello que otra tarea sería que la Policía Local de Vilamarxant y el Equipo Roca de la Guardia Civil de Llíria se coordinaran para inspeccionar la trazabilidad de la fruta que entra y sale de los almacenes de recepción.
El control del origen de la fruta que se vende en el municipio es otra de los trabajos que los agricultores creen que debería hacer la Policía Local, así como la elaboración de un plan de prevención de los delitos según las campañas de recolección de los diferentes tipos y variedades de fruta debido al valor económico distinto.
Por último, las asociaciones agrarias creen que se debería analizar el termino municipal para establecer que caminos se pueden cerrar con cadenas.
