Una masía del siglo XVIII de Casinos está en venta por 1.500.000 de euros. Así se desprende de la información que sacó a la luz un portal especializado en gestión patrimonial. El origen de la Masía del Juez Pagán data de 1788, época en la que se materializó la fundación del municipio de Camp de Túria y destaca por las particularidades y servicios que ofrecen sus instalaciones.

La vivienda principal ocupa más de 2.600 metros cuadrados (m2), erigidos sobre una amplia finca de 10.000 m2. La Masía del Juez Pagán está considerada una de las más lujosas y mejor conservadas de la población, por detalles como las vigas de madera maciza canadiense. De hecho, se cree que el primer cargamento de este material que llegó a Valencia fue, precisamente, para construir esta propiedad «según historiadores», asegura la empresa especializada.

La propiedad dispone de múltiples estancias, entre ellas ocho habitaciones, un salón y gran cocina un cuarto de baño con ducha y otro sin ducha y una gran chimenea. El tejado está realizado en teja típica mediterránea. La finca además cuenta con un amplio jardín con grandes posibilidades, y con piscina sin depuradora. La propiedad también dispone de pozo y aljibe destinado al consumo humano, electricidad y piscina.

Un lago para pescar y senderos

Asimismo, toda la finca es reserva de caza, con caminos para la práctica de la bicicleta, la equitación, senderismo, motocross, o para la observación de avifauna silvestre, por citar algunos ejemplos. En la propiedad también se encuentra un lago de una antigua mina de arcilla, en la que se puede practicar la pesca y otra masía antigua en mal estado pero con la posibilidad de volverla a construir. Esta última se sitúa prácticamente dentro del bosque.

Los cronistas locales han constatado, según indica la gestora, que el origen de la población se remonta, precisamente, a las numerosas masías esparcidas por su término actual. Con todo, mucho antes de que diferentes familias de noble linaje establecieran allí su residencia, Casinos ya había asistido a poblamientos duraderos como los íberos, instalados en el hoy yacimiento histórico de la Torre Seca.