El Ayuntamiento de Benaguasil se hizo cargo ayer de la piscina cubierta del municipio después de rescindir el contrato con la empresa adjudicataria al tercer año de servicio. Al parecer, el consistorio ha rescindido la concesión demanial del Centro Deportivo Hidrotermal local -que cuenta con piscina grande y pequeña, spa, gimnasio y sala multiusos- por los problemas económicos de la compañía que se encargaba de su explotación. Entre otras circunstancias, según indicaron fuentes de CC OO, se debían tres mensualidades a los siete empleados con que contaba.

Tras ello, el ayuntamiento ha optado por firmar un contrato menor por dos meses con una compañía que se encargará de mantener en funcionamiento la instalación mientras realiza un nuevo pliego de condiciones. «No vamos a cerrar porque el complejo cumple una función social ya que ofrece a los vecinos de Benaguasil un lugar para el deporte y la mejora de la salud», señaló el alcalde, José Joaquín Segarra, del Partido Popular.

No obstante, según denunciaron las mismas fuentes sindicales, el ayuntamiento ha optado por no subrogar a los trabajadores, de modo que los siete trabajadores de la instalación -cuatro a jornada completa y tres a parcial- perderán sus empleos.

La piscina, cuyas obras se iniciaron en 1999, se inauguró en 2015 después de que los trabajos estuvieran más de una década paralizados. Según criticó Laura Mitrugno, portavoz del PSPV en la oposición, aquella maniobra se realizó de manera rápida para conseguir abrir la infraestructura justo antes del período de campaña para las elecciones municipales de aquel año. Entonces se otorgó una concesión demanial en la que el ayuntamiento daba un canon de 50.000 euros anuales durante tres años a la compañía adjudicataria. Al parecer, la explotación de la instalación ha tenido múltiples problemas económicos y, solo tres años después, el consistorio ha decidido romper el contrato.