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Lucha contra el fuego

Riba-roja y Paterna quieren usar las aguas residuales contra los incendios

Ambos municipios presentan un proyecto para emplear líquido depurado para proteger el Parc Natural del Túria y la Vallesa

Bosque protegido de la Vallesa, en el término de Paterna. levante-emv

Aunque ha tardado en llegar este año, el aumento de las temperaturas ya se nota en la Comunitat Valenciana. Y con él, el riesgo de sufrir incendios forestales también se acentúa. En esa lucha contra el fuego, los ayuntamientos de Riba-roja de Túria y Paterna, junto a entidades como Hidraqua, la Universitat de València (UV), la Universitat Politècnica de Valencia (UPV), Medi XXI y Cetaqua, trabajan en un nuevo proyecto que está a las puertas de conseguir financiación europea para su ejecución: usar aguas residuales -una vez depurada- para proteger zonas boscosas del fuego.

Esta iniciativa, bajo el nombre de Proyecto Guardian, fue presentada a la tercera convocatoria de las UIA (Urban Innovative Actions), que cuentan con fondos europeos FEDER para apoyar medidas innovadores en el ámbito del desarrollo urbano sostenible. Según fuentes del Ayuntamiento de Riba-roja, la iniciativa ya ha pasado la primera criba a expensas de que en octubre se dé a conocer las seleccionadas para recibir las subvenciones. El objetivo de los responsables de la iniciativa es que cuente con una financiación europea de hasta el 80 % de los 5,5 millones que costaría poner en marcha. El resto estaría financiado por los consistorios, empresas y universidades partícipes el proyecto.

El proyecto en sí tiene como principal objetivo proteger a las zonas boscosas del Parc Natural del Túria y la Vallesa que se encuentran más cercanas a áreas residenciales que están habitadas tanto en Riba-roja como en Paterna. La idea consiste en emplear las aguas residuales de la depuradora Camp de Túria 2, una vez han pasado por el proceso de depuración, para prevenir posibles incendios. ¿Y cómo lo harían? Mediante el uso de cañones y un difusor que lanzaría el agua pulverizada a una distancia de alrededor de 30 metros en puntos con vegetación cercanos a viviendas habitadas.

Eliminar contaminantes

Pero para poder usar esas aguas regeneradas hay que tener en cuenta otras variables que podrían perjudicar a la vegetación, como que estén contaminadas por herbicidas. Por eso, los responsables del proyecto ya advierten de que la iniciativa contempla también la eliminación de estos contaminantes durante el proceso de depuración para que no dañen a las especies presentes en ambos parques.

No obstante, el proyecto no solo contempla el uso de estas aguas residuales, sino que también plantea la creación de «barreras verdes» en lugares estratégicos con especies que sean más resistentes al fuego que puedan ayudar a ralentizar el avance del fuego en caso de incendio. Estas «barreras» verdes, además, serían regadas por el agua depurada para mantener siempre un nivel de humedad adecuado para dificultar cualquier conato de fuego.

Estos riegos se llevarían a cabo mediante una red de sensores, según explican los promotores del proyecto, que permitirían que se empleara el agua «estrictamente necesaria para evitar el crecimiento de la vegetación».

Ahora la iniciativa se encuentra a la espera de conseguir esas ayudas europeas, con las que está previsto que se ejecute de marzo de 2019 al mismo mes de 2022.

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