Con información de 2011, la población del Camp de Túria presenta unos comportamientos laborales y unos resultados en el mercado de trabajo muy similares al conjunto de la Comunitat Valenciana. Si se tiene en cuenta que el Camp de Túria dispone de una estructura poblacional bastante menos envejecida que el promedio, se entenderá que la comarca tiene un mayor acceso al empleo que otras comarcas porque tiene una menor presencia del grupo de mayores de 65 años, quienes mayoritariamente están fuera del mercado laboral y sin empleo.

En 2011, de cada 100 personas de 16 y más años, 69 se incorporaron al mercado de trabajo esperando obtener un empleo (tasa de actividad), pero con las oportunidades laborales existentes únicamente lo consiguieron 49 (tasa de empleo). El resultado es una tasa de paro desproporcionadamente elevada, del 29 %. Esta negativa situación laboral afecta con mayor intensidad a las mujeres, quienes todavía se incorporan en menor medida que los hombres al mercado laboral, lo que no se refleja en una menor incidencia del desempleo porque la brecha en el acceso al empleo todavía es considerable. Como resultado, la tasa de desempleo femenino es del 32 %, seis puntos mayor que la de los hombres. Ahora bien, como el reparto del trabajo doméstico dista de ser equitativo entre géneros, la carga global de horas de trabajo asumida por las mujeres es mayor que la de los hombres.

La comarca del Camp de Túria se halla altamente integrada en la dinámica del área metropolitana de València, lo que desde una perspectiva laboral significa que un buen número de personas buscan y alcanzan empleo en la ciudad de València o en la comarca de l'Horta. A la inversa, una porción elevada de las oportunidades de empleo existentes en el Camp de Túria es cubierta con mano de obra residente en la comarca de l'Horta. A lo anterior se une la recepción neta de población procedente de este mismo espacio, el impacto positivo en términos de llegada de empresas a la comarca, así como el tradicional fenómeno de las segundas residencias.

Sea como sea, la negativa situación laboral es vivida con particular intensidad en Benaguasil, Gátova, Llíria y Marines, todos ellos con tasas de paro que superan el 35 %. A su vez, Casinos, Riba-roja de Túria y Vilamarxant superan ligeramente el 30 % de esta tasa.

No obstante, a partir de la creación neta de empleo que ha tenido lugar a partir de 2014, la porción de personas con empleo ha crecido y en consecuencia las tasas de paro se han reducido en 10 puntos porcentuales en la comarca.

Alto nivel de estudios

En una comarca con una población menos envejecida que la del conjunto autonómico, al tiempo que receptora neta de población en las últimas décadas principalmente del área metropolitana de València, los porcentajes de población con estudios medios y altos superan claramente los de la Comunitat Valenciana. Este mayor nivel de estudios de la población residente no es generalizado a todas las poblaciones. San Antonio de Benagéber, l'Eliana, Bétera, Nàquera y Olocau son las localidades donde mayor presencia tienen las personas con estudios universitarios, un fenómeno que también se aprecia en la Pobla de Vallbona y Serra con algo menos de intensidad.

En cuanto a la caracterización sectorial de la comarca, el 60 % del empleo generado por las empresas del Camp de Túria en 2017 se concentra en torno a cuatro ramas productivas en las que este territorio se halla especializado: la industria manufacturera (21 %), el sector transporte y almacenamiento (9 %), las actividades de comercio y reparaciones (22 %) y el sector de la construcción (7 %).