No es ciencia ficción ni un futuro lejano. En menos de lo que usted piensa, hará la compra desde casa y un par de drones le dejarán las bolsas en la puerta. Esta escena que parece de una película futurista puede ser realidad pronto, gracias a un proyecto coordinado por la Agencia Espacial Europea.
Llíria es una de las cinco ciudades españolas seleccionadas dentro de la iniciativa europea Movilidad Urbana Aérea (UAM), en la que participan un total de 42 urbes de una veintena de países, con un presupuesto global de 10 millones de euros. La iniciativa, que abarca diferentes investigaciones, busca sacar más partido al espacio aéreo e integrar los drones en la sociedad, con el objetivo de «hacer más eficiente y efectiva la movilidad en las áreas urbanas». Esto supondría una alternativa al transporte terrestre, ya que la Comisión Europea calcula que solo los atascos cuestan por lo menos 100.000 millones de euros, además de la contaminación que generan.
Dentro de esta iniciativa, Llíria y el Consorcio Valencia Interior proponen el proyecto «Calidad de vida desde el interior, tecnología y aeronaves no tripuladas», que se presentará la semana que viene en Bruselas, y que propone que el municipio del Camp de Túria se convierta en el epicentro de una base logística que ponga en valor la gastronomía sostenible y los productos de proximidad. Fuentes municipales explican que los productores de alimentos sostenibles del consorcio podrán ofrecer su género a la ciudadanía, que lo recibirá con drones, un transporte que no genera CO2, por lo que es limpio y no contaminante. Manuel Civera, alcalde de Llíria, confía en que la apuesta -que podría estar en funcionamiento en un plazo de entre cuatro meses hasta dentro de dos años, según diferentes fuentes-, «fomentará los hábitos de consumo saludable y ayudará a poner en valor estos productos y a combatir la despoblación». Además, añade que el proyecto «permitirá generar nuevas líneas de negocio y oportunidades económicas y productivas en las comarcas del interior, así como la reactivación de sectores tradicionales». De esta manera, se pretende crear una red en la que sea posible vender y recibir productos de «kilómetro cero» de una manera cómoda y sencilla.
Todos los detalles se debatieron ayer en una reunión en Llíria, en la que participaron los colaboradores Antonio Mota, director de la empresa Zángano; Israel Quintanilla, profesor de la Universitat Politècnica de València;Yago Osset, de la empresa UAV Works; y Jorge Mota, ingeniero aeronáutico; además de José Antonio Romero, capitán de la Guardia Civil, y José Francés, jefe de la Policía Local de Llíria, que velarán porque se cumpla la normativa una vez el proyecto ya haya echado a volar.
Una ubicación perfecta
Llíria ha sido elegida por la ESA porque su ubicación facilita el trabajo y manejo de drones, ya que cuenta con un amplio término municipal (229, 82 km), tanto de zona montañosa (la Serra de Calderona), como de huerta, y todo a tan solo 25 km de València, lo que le convierte punto de unión entre la costa y el interior.
Además de la singularidad del municipio, Manuel Civera ya mantenía relación con los promotores del proyecto gracias al aeródromo de Alcublas, municipio del cual también fue alcalde anteriormente. Asimismo, el consorcio ya trabaja en proyectos de economía circular y en la transición hacia modelos energéticos sostenibles.»
