El Ayuntamiento de Llíria ha dado un paso más y ha presentado en Bruselas la iniciativa europea Movilidad Urbana Aérea (UAM), en la que participan un total de 42 urbes de una veintena de países, con un presupuesto global de 10 millones de euros. Esta iniciativa, que abarca diferentes investigaciones, busca sacar más partido al espacio aéreo e integrar los drones en la sociedad, con el objetivo de «hacer más eficiente y efectiva la movilidad en las áreas urbanas». Por ello, la capital edetana ha sido elegida para probar un proyecto que parece ciencia ficción pero que no lo es: repartir mercancias mediante drones. Ayer, el teniente de alcalde de la localidad, Ferran Pina, fue el encargado de explicar la iniciativa en Bruselas.

Dentro de esta iniciativa, Llíria y el Consorcio Valencia Interior proponen concretamente el plan «Calidad de vida desde el interior, tecnología y aeronaves no tripuladas», que busca convertir el municipio del Camp de Túria en el epicentro de una base logística que ponga en valor la gastronomía sostenible y los productos de proximidad. Fuentes municipales han explicado a este periódico que los productores de alimentos sostenibles del consorcio podrán ofrecer su género a la ciudadanía, que lo recibirá con drones, un transporte que no genera CO2, por lo que es limpio y no contaminante.

Manuel Civera, alcalde de Llíria, confíaba la pasada semana en que la apuesta -que podría estar en funcionamiento en un plazo de entre cuatro meses hasta dentro de dos años, según diferentes fuentes-, «fomentará los hábitos de consumo saludable y ayudará a poner en valor estos productos y a combatir la despoblación». Además, añade que el proyecto «permitirá generar nuevas líneas de negocio y oportunidades económicas y productivas en las comarcas del interior, así como la reactivación de sectores tradicionales». De esta manera, se pretende crear una red en la que sea posible vender y recibir productos de «kilómetro cero» de una manera cómoda y sencilla.