Ciudadanos se convirtió el 26M en la fuerza más votada en Loriguilla, donde su líder, Sergio Alfaro, gobernó durante los dos últimos años. Su nueva condición le da fuerza para poder negociar un nuevo gobierno, aunque deberá definir en los próximos días con quién quiere compartir ejecutiva, o si quiere dirigir el ayuntamiento en minoría.

Alfaro ha logrado cuatro concejales por los tres del PP y dos del PSPV. En la última legislatura, precisamente, pactó con los socialistas, con quienes alternó dos años en el poder cada formación. Entre las opciones de Ciudadanos para este próximo mandato también está gobernar en solitario, ante lo improbable de un pacto entre PP y PSPV. No obstante, esta situación podría complicar sacar adelante algunas medidas.

El partido naranja también tendrá un papel decisivo en Vilamarxant. La candidatura encabezada por Javier Jorge podrá decidir si quiere que gobierne el PSPV del alcalde en funciones, Jesús Montesinos -la fuerza más votada-, o el PP de Héctor Troyano. Tanto los socialistas como los populares han conseguido cuatro regidores, pero necesitan el apoyo de otros tres para alcanzar la mayoría necesaria para acceder a la vara de mando. Ahí entra Ciudadanos, que ha conseguido esos tres concejales en las urnas. Compromís se ha quedado con dos, que no le dan la suma requerida a los socialistas, con quienes gobernaron los últimos cuatro años.

Bétera, la Pobla y San Antonio

La presencia de Ciudadanos también puede tener especial relevancia en la Pobla de Vallbona (dos concejales), Bétera (tres ediles ) o San Antonio de Benagéber (uno), donde la necesidad de obtener pactos para gobernar puede permitir que entren en alguna ejecutiva local.

No será así en Riba-roja, l'Eliana o Benaguasil, donde las mayorías absolutas socialistas y populares lo impiden. Tampoco en Llíria, donde su único edil no puede modificar pactos de gobierno.