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Dos siglos de música en Llíria

La Primitiva celebra este año el bicentenario de su banda repleto de éxitos y a pleno rendimiento con un millar de socios

Dos siglos de música en Llíria

Era el año 1819. Apenas habían pasado cinco desde el fin de la Guerra de Independencia Española (1808-1814), aquella en que las tropas de Napoleón fueron rechazadas por la población peninsular para devolver el poder a un Fernando VII que restauró el absolutismo y derogó la Constitución de 1812. En ese mismo 1819 nacía la reina británica Victoria y en Inglaterra se prohibía que trabajaran los niños menores de 10 años. Y, por ejemplo, todavía estaba vivo uno de los músicos más ilustres de toda la historia: el alemán Ludwig Van Beethoven. Los lectores verán este tiempo como lejano. Lejanísimo. Pues fue precisamente en ese año cuando nació una de las bandas más prestigiosas de toda la Comunitat Valenciana: la Primitiva de Llíria. Dos siglos después, el «Clarín» -como la llaman los que más la quieren- celebra su bicentenario mientras sigue a pleno rendimiento.

Ahora, según señala su presidente, José Luis Pérez, el «Clarín» cuenta con alrededor de 1.000 socios. Es tal la devoción por la banda que tienen sus integrantes, que «en algunos casos, aún siendo difuntos, sus familias quieren seguir contribuyendo con la banda y pagan su cuota», desvela Pérez. «Pertenecer al Clarín es una forma de vida, desde la escuela de música a la banda juvenil, la orquesta o los coros», añade el dirigente de esta sociedad que recuerda que existen muestras de que la afición por la música en la capital edetana viene de más lejos todavía en el tiempo, muy muy lejos: «en los restos hallados de la cultura íbera de Llíria ya aparecían imágenes de flautistas», asegura.

Los orígenes de la banda se sitúan alrededor del convento franciscano de Llíria, explica Pau Alcocer, experto en la historia de esta sociedad musical. «Las primeras referencias a la Primitiva aparecen en los libros de contabilidad de los franciscanos por pagos por actuar en las procesiones de la Purísima y del Corpus», revela Alcocer. «Es algo tremendamente novedoso, porque por fin la música salía del ámbito de la misa», añade. No obstante, según Alcocer, ese nacimiento precisamente en 1819 está relacionado también con la Guerra de Independencia, que finalizó tan solo cinco años antes, «por la influencia de la música militar, ya que fue en los ejércitos donde aparecen por primera vez las bandas», explica el historiador, que recuerda que durante otro conflicto bélico, la Guerra Civil, un incendio quemó la mayoría del archivo de la sociedad musical en 1937.

Desde sus inicios, 200 años han dado para mucho en esta emblemática banda. «Al principio realmente su vida está muy centrada en el ámbito local, aunque ya se realiza algún viaje», indica Alcocer, que marca como momento clave en el lanzamiento de esta sociedad musical el año 1888: «En ese año el certamen de València, que se creó dos años antes, se abrió a bandas civiles, y lo ganó el Clarín». A partir de entonces, los éxitos se han acumulado, con diversos puntos álgidos como el triunfo en el certamen de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 -el primero fuera del ámbito de València- o las dos victorias en Kerkrade (Holanda) en 1962 y 1966, «en lo que vendría a ser como el Mundial de fútbol para las bandas», según describe Alcocer. «Somos la única banda que ha ganado el certamen de València en tres siglos distintos», añade orgulloso el presidente Pérez.

Una gran rivalidad histórica

¿Y qué hay de la famosa rivalidad con La Unió Musical? Esta banda nació en 1903, pero el enfrentamiento tiene sus raíces todavía medio siglo atrás. «En la década entre 1850 y 1860 se creó Música Nueva, con la que la rivalidad era tremenda, hasta el punto que en 1851 el gobernador civil de València envió una carta al Ayuntamiento de Llíria alentando al alcalde a unir las dos bandas por la poca armonía existente en el pueblo», explica Alcocer. Aquella fusión fue imposible, pero en 1903 una segregación de la Primitiva fundó La Unió Musical junto a los integrantes de Música Nueva.

Las disputas continuaron y en la década de los 40 del siglo XX ocurrió algo similar: un jefe militar de València instó al consistorio edetano a que se unieran ambas bandas. «Se hizo una trampa legal. Se creó una banda nueva que en sus estatutos dice que está formada por ambas, pero que mantienen su independencia económica», detalla Alcocer.

«A todo el mundo en Llíria se le pregunta de qué banda es», destaca Pérez, que remarca que ser de una u otra sociedad musical se ha convertido en «una tradición que va pasando de generación en generación», y de la que en la capital del Camp de Túria ya llevan 200 años haciendo gala de ella.

Un teatro construido en 1951 «con las manos» de los socios de la banda

Uno de los hitos que guardan con más cariño -aparte de sus triunfos en distintos certámenes- los integrantes de la Primitiva de Llíria es la edificación de su teatro. Con una capacidad para 1.100 personas, esta sala de conciertos fue construida en 1951 «con las manos» de los propios miembros del «Clarín», según asegura el historiador Pau Alcocer. «Los socios pusieron sus propiedades como aval de las obras, que duraron 14 meses, en plena posguerra», incide Alcocer, que destaca que «la gente, después de su jornada en la huerta, iba luego a trabajar en la construcción del teatro».

El edificio fue diseñado por el arquitecto Joaquín Rieta, el mismo que fue responsable del Cine Capitol de València, y en su interior, además, alberga una gran lámpara gemela de la que se encuentra en el teatro Principal de la capital del Turia, para cuya restauración la Primitiva ha iniciado una campaña de recogida de fondos. david laguía llíria

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