La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València ha absuelto al edil de Llíria Pedro Vicente (PSPV) de la acusación de haber cometido un delito de prevaricación en concurso medial con un delito de detención ilegal en grado de tentativa. Según la denunciante, una vecina de Llíria, Vicente, en su condición de concejal de Policía, habría emitido una orden a un agente para que la arrestase por sus continuas quejas sobre el horario de un evento festivo. La Audiencia ha dado por buena la versión del concejal, que defendió durante el juicio que en ningún momento pronunció la palabra «detención», aunque sí que pidió a los agentes que «invitaran» a la vecina en cuestión «a abandonar el retén».

Los hechos por los que fue denunciado Vicente se produjeron la noche del 22 de abril de 2017. Según el fiscal, un agente atestiguó que la orden de detención sí que se produjo, pero que se negó a cumplirla; cosa que Vicente negó durante el juicio que ocurriera. El edil sostuvo que, una vez la mujer había presentado su queja aquella noche, «no tenía ningún sentido que siguiera en el retén», por lo que pidió a los agentes que «la invitaran a salir».

Según informó ayer a este diario el abogado de la defensa, el juez ha estimado que «nunca ha habido delito ni ha podido haberlo» y que el policía «malentendió» lo dicho aquel día por su cliente «en una situación de estrés provocada por una continua ida y venida al retén de la policía de la vecina que realizó la denuncia». «Pedro le dijo al policía que la mujer hiciera la queja que tuviera que hacer y que luego saliera del retén, no que la detuviesen, porque sabe que eso no puede hacerlo», insistió.

Pedro Vicente, que ha sido reelegido como concejal de Llíria, manifestó ayer a este diario su «alegría» por el resultado de la sentencia. Aunque aseguró haber estado «siempre tranquilo porque no había hecho nada», lamentó que «un hecho así se haya utilizado de forma política y personal para hacerme daño a mí e incluso a mi familia».