El luto se apoderó el pasado martes de Llíria. Durante esa tarde José Vicente A. F., vecino de 69 años del municipio edetano, sufría una grave cogida en los bous al carrer que celebraba la localidad por las Fiestas del Remei que provocó su muerte. Sin embargo, no fue la única defunción de la que se tuvo noticia en la capital del Camp de Túria. El mismo martes por la tarde los bomberos hallaron el cadáver de M. M. P., otro vecino de Llíria, de 66 años de edad, en su casa. Al parecer, según indicaron fuentes municipales, el hombre llevaría al menos dos semanas muerto en el interior de su vivienda, a la vista del estado de descomposición de su cuerpo.

El hallazgo del cuerpo se produjo a raíz de la denuncia del hijo del fallecido, que llevaba varios días sin poder contactar con su progenitor. Agentes de la Policía Local y un equipo de bomberos se desplazaron hasta su vivienda. Allí comprobaron que el hombre no abría la puerta y el hedor que emanaba desde el interior de la vivienda hacía presagiar la peor de las noticias.

Para poder acceder al hogar, los bomberos tuvieron que entrar a través de la terraza de sus vecinos. Una vez dentro de la casa, se encontraron el cuerpo inerte de M. M. P. en su cama, en estado de descomposición y sin aparentes signos de violencia.

Según informaron las mismas fuentes municipales, la Policía estima que el hombre llevaría al menos dos semanas muerto dado el estado del cuerpo. Asimismo, informaron de que hay abierta una investigación judicial al respecto y que el cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para proceder a realizar la autopsia pertinente.