El vicepresidente segundo y conseller de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau, y el alcalde de la Pobla de Vallbona, Josep Vicent García, no esperaban terminar el encuentro con los vecinos de la calle Argila como sucedió: entre bailes de flamenco. El encuentro estuvo programado para explicar a vecinos y vecinas de este edificio que sus viviendas serán adquiridas por la Generalitat y posteriormente gestionadas por el consistorio, quien las pondrá en el mercado inmobiliario como viviendas de alquiler social. Así, la Generalitat, el consistorio y la PAH han evitado por segunda vez el desahucio que estaba programado para ayer, por lo que los residentes del edificio no podían ocultar su alegría de no ser expulsados del inmueble.

Tras las intervenciones por parte de Dalmau y García, tomó la palabra Ana María Amado, una de las residentes, quien agradeció la ayuda de ambas instituciones que han evitado que pierdan sus casas, tanto ella como las 21 familias que todavía permanecen allí. Con la alegría desbodada, Ana María se arrancó por bulerías a bailar con sus compañeros y compañeras dando palmas, e invitó a las autoridades a sumarse. García no lo dudó y se sumó al baile, al menos, durante unos segundos, mientras que Dalmau acompañó la fiesta con sus palmas.

Reunión con los vecinos de la calle Argila en La Pobla de Vallbona. Germán Caballero

Un momento de alegría desbordada que el pueblo gitano quiso agradecer a las autoridades. "Para estos señores no ha habido pandemia ni Navidad y han apoyado al pueblo gitano al que nadie hacía caso. Estoy agradecida de ser de la C. Valenciana por cómo han trabajado por nosotros", señaló Ana María Amado.