Riba-roja de Túria ha decidido modificar una ley que desde 1996 daba demasiado lugar a la interpretación. Se trata del punto 18 del Plan General de Ordenación Urbana, por el que se conceden las licencias en suelos urbanos. El pleno del ayuntamiento votó a favor de suspender la concesión de nuevas licencias urbanísticas para la instalación de algunos negocios en el casco urbano que puedan causar molestias y conflictos a los vecinos. En concreto, se trata de gasolineras, funerarias, bingos, tiendas eróticas y discotecas, que a partir de ahora tendrán que buscar un emplazamiento fuera del centro de la localidad.

Así, la suspensión tendrá una vigencia máxima de dos años, cuyo plazo se interrumpirá con el levantamiento de la suspensión si transcurrido un año, el plan no se somete a exposición pública, tal como se recoge en el artículo 64 de la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje de la C. Valenciana que también regula la suspensión del otorgamiento de licencias.

La modificación del artículo 18 del actual PGOU se realiza, según las fuentes municipales, "por falta de concreción y por la aparición de nuevos usos y de mayor sensibilidad de los residentes respecto de las potenciales afecciones de determinadas instalaciones o de actividades que han desencadenado conflictos por las mismas", señala la moción presentada por el PSPV. Fue secundada por Ciudadanos, Compromís, Esquerra Unida y Podemos Riba-roja. El PP votó en contra y Vox se abstuvo.

La puesta en marcha de esta normativa pretende evitar los conflictos y molestias que este tipo de actividades o establecimientos han podido provocar en el pasado con los vecinos que habitan en el entorno, pero también evitar conflictos entre ambas partes. De hecho, el alcalde, Robert Raga, sostuvo que esta modificación pretende "compatibilizar la libertad económica sobre apertura de nuevas actividades con los vecinos que habitan en sus proximidades, y por eso se debe delimitar con detalles aquellas áreas del término municipal donde se pueden instalar sin provocar conflictos".  

Riba-roja. Germán Caballero

La entrada en vigor de la modificación legislativa afectará tanto al núcleo urbano de Riba-roja como a las áreas residenciales del término municipal. Así, el consistorio prohíbe la instalación de estos negocios en el casco antiguo, en el ensanche, en la Colonia Diamante, en las viviendas unifamiliares aisladas y en las áreas residenciales extensivas de segunda residencia. Según el ayuntamiento, las zonas donde sí estará permitida la apertura de estos comercios será en las áreas industriales del término.

La normativa aprobada por el pleno recuerda que con la entrada en vigor de la modificación "aumentará la seguridad jurídica y dirigirá el emplazamiento de las actividades o instalaciones susceptibles de generar conflictos hacia aquellas zonas de ordenación que tengan mayor capacidad de acogerlas". La propuesta refrendada ahonda en los detalles que regulan el uso urbanístico para que las actividades económicas sean compatibles con zonas residenciales.