Riba-roja dio ayer un paso más en la presentación del proyecto Génesis Túria, un plan para devolver los 14 kilómetros de parque fluvial a su estado natural con flora y fauna auctóctona para finalizar el territorio a través del paisaje. El proyecto se encuentra dentro del Plan Estratégico (2017-2025) que elaboró la Universitat de València para el Ayuntamiento de Riba-roja.
El plan incluye la eliminación de cerca de 80 hectáreas de caña invasora en ambos márgenes del río desde el término de Vilamarxant hasta el de Manises (en la urbanización de Els Pous) y la plantación de bosque de ribera a base de especies autóctonas, que permitan regenerar la zona y convertirla en un lugar de referencia con un componente de dinamización ecoturística y de divulgación de una gestión medioambiental ordenada del territorio.
Ayer, el alcalde Robert Raga mostró los avances al director general de Medi Natural, Benjamín Pérez, quien se mostró «muy satisfecho» porque «vamos a volver al río Túria que se supone que un día fue. Que haya proyectos tan ambiciosos como este nos da mucha satisfacción». Por su lado, Raga repasó las vertientes por las que discurrirá el proyecto. Además de restaurar el paisaje con la eliminación de la caña asiática y la instalación del geotextil que evite su crecimiento, también se va a repoblar «en un sentido divulgativo», ya que a los 7 kilómetros de cada margen, el consistorio los quiere convertir en un parque botánico que sirva a la educación, a la investigación y al turismo, ya que se espera atraer a personas del área metropolitana pero también de otros países. Para ello se crearán «40 o 50» puestos de empleo, donde destaca la construcción del Edificio Génesis, un centro de formación que servirá para divulgar la biodiversidad del territorio.
Según señaló el alcalde, el plan Génesis está valorado con 6 millones de euros que obtendrán a través de los fondos de reconstrucción, pero también estimulando la inversión público privada. El consistorio está trabajando en la elaboración de una ordenanza municipal que permitirá que las empresas locales potencialmente emisoras de C02 que resulten adjudicatarias de contratos públicos «podrán minimizar su huella participando en proyectos públicos como Génesis». De esta forma, estas entidades obtendrían un certificado de Responsabilidad Social Corporativa atendiendo al grado de colaboración con la Administración Pública.
