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Riba-roja y Manises eliminan el punto negro en la CV370

La Diputación de València comienza esta semana las obras para construir dos rotondas que den acceso a la A7 evitando el cruce de carril

Acceso a la A7 desde la CV370, que implica el cruce de carril con la peligrosidad que conlleva. | LEVANTE-EMV

Cinco años después, las obras para la construcción de dos rotondas que faciliten el acceso desde la CV370 a la A7 son una realidad. La carretera asume entre Manises y Pedralba, a través de RIba-roja de Túria y Vilamarxant, un tráfico de entre entre 18.000 y 20.000 vehículos al día y ha sido un histórico punto negro en la red viaria valenciana. Por eso, el inicio de las obras es una buena noticia para los municipios implicados ya que aliviará el tráfico y reducirá la peligrosidad, a donde la Diputación de València va a destinar 718.750 euros.

El tramo que se verá afectado por estas obras, que se prevé que se alarguen durante seis meses, se encuentra el kilómetro 5,5 y el 6,5 de la carretera autonómica, donde se encuentra en estos momentos el actual enlace.

En la actualidad, el acceso al bypass o desde la autopista a esta carretera se realiza a través de un carril central de espera e incorporación para realizar los giros a izquierdas. Está calificado como un tramo de concentración de accidentes desde hace más de 10 años, dada la confluencia de numerosos giros a izquierda con cruces de carril, situación que se ve agravada por la elevada intensidad del tráfico del tramo.

Las obras proyectadas conciben la sustitución de ambas intersecciones por dos glorietas de 28 metros de radio exterior a ambos lados de la autovía, manteniendo la estructura existente para el cruce de la CV370 sobre la A7.

La diputación, a través del área de Carreteras que dirige Rafa García, quiere reordenar los movimientos de giro y pacificar el tráfico.

Las obras pertenecen al término municipal de Manises, aunque buena parte de los usuarios que por ella discurren viven en Riba-roja de Túria, ya que en esta vía se encuentra el acceso a media decena de urbanizaciones y al mismo casco antiguo. El alcalde, Robert Raga, recordó que también los residentes en Vilamarxant hacen uso de ella, lo que suma vehículos a la vía. «Lo estamos trabajando desde 2016 con la Diputación de València, pero el proyecto se ha demorado hasta que finalizaran las obras de ampliación de la A7 que llevaba Fomento y hasta que la Emshi cambiara el trazado de una de sus tuberías más importantes que discurre por esta carretera», explicó ayer Raga.

La Diputación de València ya ha iniciado la expropiación de los terrenos en el término municipal de Manises. Además, cuando ambas rotondas estén terminadas, «la diputación tendrá que abordar el desdoblamiento de la CV370 hacia Riba-roja, donde nosotros ya construimos nuestra parte», recordó Raga. En este tramo de autovía se encuentran los accesos a las urbanizaciones de Pou de Martí, La Llovatera y Montemayor, que serán beneficiarias de esta carretera.

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