Un grupo de vecinos de Bétera ha denunciado ante la Policía Local «una considerable tala» de árboles en la pinada existente entre las urbanizaciones Pinares y Torres de Portacoeli, propiedad de la Junta de Montes y Señorío Territorial de Bétera. La actuación, como reconocen los denunciantes, cuenta con la autorización de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. Pese a ello, insisten en que se está «acabando con ejemplares de más de cincuenta años».
Informes favorables
Los trabajos han sido llevados a cabo por una empresa especializada radicada en Talavera de la Reina, pero estaban contemplados dentro del Plan Técnico de Gestión Forestal para la zona aprobado en 2019. Todos los informes eran favorables al no afectar a ningún espacio natural protegido, ni de la Red Natura 2000. Sin embargo, no se han ejecutado hasta la fecha al estar pendientes de ayudas de los fondos Feader de la Unión Europea, cuya concesión firma en mayo de 2021 la directora territorial. En total, 30.127 euros para clareos y resalveos (17.510 €), podas con eliminación de restos (7.350 €) y desbroces selectivos de matorral (5.467 € ).
Las talas empezaron el día 17 de octubre y han continuado durante la última semana, ya que en la notificación de la concesión de subvenciones figuraba como plazo de ejecución el día 15 de noviembre de este mismo año. Todos los intentos de los vecinos por paralizar las tareas han resultado en vano, pese a que consideran que éstos no se ajustan a lo previsto en el Plan Técnico de Gestión Forestal. Un documento con vigencia hasta 2028 y aprobado para una superficie boscosa de 421,91 hectáreas. La posibilidad selvícola total es de 972 metros cúbicos de fustes de más 7,5 cm de diámetro y 555 toneladas pesadas en verde de ramas y restos no maderables.
Suspender las tareas
Los denunciantes lamentan que pese a las quejas ante el Ayuntamiento de Bétera, ningún técnico de la Conselleria de Agricultura y Emergencia Climática, ni tampoco ningún agente ambiental o del Seprona se han acercado hasta la zona para comprobar si los clareos se ajustan a lo contemplado a lo fijado. «La administración contempla la posibilidad de suspender la autorización si surge algún incumplimiento de lo establecido», apuntan. «Creemos que no se trata de clareos con fines de prevención de incendios y no están cumpliendo lo marcado, están arrasando», insisten.
