Se acabó perderse en el cementerio en busca de nuestros seres queridos. Para todos aquellos despistados o faltos de memoria, el Ayuntamiento de Riba-roja ha diseñado un mapa del camposanto donde se han vertido todos los datos y ubicaciones de los que allí descansan, por lo que los visitantes pudieron durante el fin de semana y ayer mismo buscar el nombre de su familiar y, a través de un código QR, localizaron el lugar exacto donde descansa. En total, el cementerio cuenta con una extensión de 9.673 metros cuadrados y está prevista la construcción de un área anexa para ampliar el recinto. Se sumarán 1.120 metros para los accesos y el aparcamiento y 4.880 metros de espacio vallado para el camposanto, con 104 nichos más.
El proyecto nace tras meses de trabajo municipal. En primer lugar se tuvo que digitalizar los datos de todas las personas que han sido sepultadas en el cementerio de Riba-roja, así como la ubicación concreta en el mapa general del recinto.
Además, se ha actualizado la numeración de las casetas funerarias con un orden lógico y actualizado, y se han instalado nuevas señales con esta distribución, manteniendo también la numeración antigua que se utilizaba hasta ahora. Además, para reforzar la información ante la asistencia de personas este fin de semana, se ha dispuesto personal municipal en el cementerio para informar y para garantizar las medidas contra la covid-19. Un autobús municipal ha funcionado durante el fin de semana cada 20 minutos comunicando el centro de la ciudad con el cementerio para facilitar el transporte y evitar el vehículo privado.
Para el alcalde, Robert Raga, el consistorio ha realizado un verdadero «esfuerzo» por adaptarse a las nuevas demandas, tanto de digitalización como de ampliación del recinto sacro.
