La asociación Hilando Vidas de La Serranía sentó un precedente. Además de rescatar una afición histórica como era tejer, sirvió para unir y hermanar a mujeres serranas de todos los municipios. Aunque sigue funcionando, las tejedoras de cada municipio vuelan solas y en el caso de Villar del Arzobispo han sido las responsables de crear el árbol de Navidad que ha devuelto el espíritu al municipio. Hacía años que la plaza municipal no tenía esta decoración y los últimos fueron abetos naturales. Como ellos, en Bétera y en Quesa han elegido la misma opción, la más sostenible y la que apuesta por el asociacionismo municipal.

Municipios que ‘tejen’ la Navidad A.Soria. València

La alcaldesa de Villar, Maria Ángeles Beaus, explica que surgió por casualidad. Realizaron una acción con las tejedoras en el Sendero Naranja, con decoración en ganchillo realizada por ellas. Entonces, surgió la idea de extender esta manualidad también al árbol de Navidad del municipio. «Lo han tejido entre más de 70 personas en 20 días», explica Beaus. Paralelamente, los estudiantes del programa de Formación de Cualificación Básica (PCFB) de soldadura del ayuntamiento, diseñaron y crearon la armadura sobre la que sostener la lana tejida en forma de árbol. En total, 4,5 metros de alto y más de tres metros de diámetro. «La idea es guardar la estructura y que el árbol sea colaborativo, que cada año distintas asociaciones decidan cómo decorar el árbol», señala Beaus.

Mientras, en Bétera, la alcaldesa Elia Verdevío asistió a la presentación del árbol instalado en la Casa de la Cultura hecho por una veintena de ganchilleras en los últimos meses. Todas siguieron el mismo patrón y unieron los centenares de paños que componen el árbol de más de tres metros coronado por una gran estrella.