"Salimos a andar Teresa Martínez y yo y la llevé a ver la Masía, la pinada y su piscina abandonada, donde siempre hay ranas, pero la sorpresa nos la llevamos cuando vimos a un búho dentro de la piscina acurrucado". Lo explica Carmen María Contelles, la vecina de Riba-roja de Túria, que junto a su amiga Teresa protagonizaron un ingenioso rescate de una lechuza que cayó por accidente dentro de la balsa.

Según explica Contelles, su amiga Teresa, médica de profesión, siempre ha tenido vocación de veterinaria por lo que no dudaron en tratar de salvar al animal o de lo contrario moriría ahogado allí. Tuvieron algunas dudas porque no sabían cuán agresivo podría ser debido al miedo, pero a Teresa se le ocurrió usar una rama vieja para que el animal subiera a ella y poder sacarlo.

Momento del rescate del animal C.M.C.

No fue fácil. El búho se subía pero no tenía fuerza suficiente para aguantarse en ella, hasta que se dieron cuenta que del otro lado la rama tenía forma de "V" y podría aguantarse con las patas y las alas. Así fue. Entre las dos lograron sacarle, ya que era muy pesado y tenía grandes dimensiones. Lo taparon con una de las chaquetas de chándal que llevaban y lo llevaron a pie hasta Riba-roja, donde fue examinado en una clínica veterinaria.

Según les explicó el facultativo, el búho tenía hipotermina. Lo secaron y les prestaron una jaula para que descansara hasta que pudiera ser liberado, pero el jueves llovió en Riba-roja y prefirieron esperar un poco más para que no volviera a mojarse y pudiera complicársele la salud.

"En ningún momento nos atacó, ni siquiera lo intentó, no tenía fuerzas, estaba agotado. Le tocábamos la cabeza y el pico y nada", asegura Carmen. El viernes, cuando lo llevaron de nuevo al entorno de la masía, el búho salió de la jaula y tras unos segundos examinando la zona, echó a volar y volvió a su hábitat.

Rescatan y liberan a un búho atrapado en una piscina abandonada de Riba-roja

Rescatan y liberan a un búho atrapado en una piscina abandonada de Riba-roja C.M.C.

La experiencia ha sido más que enriquecedora para las dos residentes en Riba-roja y tal ha sido la repercusión que hasta el alcalde, Robert Raga, las ha felicitado y ha asegurado que el consistorio va a ponerse en contacto con los propietarios de esta masía porque esa piscina abandonada con agua acumulada es un peligro. Además, es un peligro doble porque al estar medio vacía los animales, al intentar beber su agua, caen, ya que tampoco tiene ninguna valla de protección. "Gestos como este hacen grande a las personas y a nuestro vecindario", ha afirmado Raga.