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Asociaciones cívicas piden proteger tres búnkeres y un fortín amenazados

Los vestigios están en la urbanización Colinas de San Antonio de Benagéber, donde se proyectan chalés con el visto bueno de Patrimonio. Historiadores y ecologistas piden su conservación como parte de la Línea Inmediata en el Parque Natural del Túria

Fortín de doble cámara y refugio que servía de punto de resistencia durante la Guerra Civil, en San Antonio de Benagéber José Aleixandre

La línea defensiva Inmediata que se construyó para proteger a València durante la Guerra Civil dejó un sinfín de estructuras militares desde El Puig hasta Riba-roja de Túria, aunque sin utilizar. Uno de los puestos defensivos se situó en San Antonio de Benagéber y desde hace unos años se encuentra en el punto de mira: una empresa constructora proyecta levantar varios chalés en las parcelas donde aún existen tres casamatas o búnkeres y un fortín con refugio. Fueron construidos estratégicamente ya que desde esta colina se divisa la Vallesa, la Serra Calderona, los altos de Carassols de Riba-roja y hasta la sierra de Andilla, donde se frenó al bando nacional. Son Bien de Relevancia Local pero la Conselleria de Cultura, a través de la Dirección General de Cultura y Patrimonio, considera que solo debe conservarse el fortín y que los tres refugios pueden ser sellados y soterrados convenientemente para seguir con la expansión del municipio. Sin embargo, el Centro de Estudios Locales de San Antonio de Benagéber, la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Túria y el Grupo de Estudios Posición Defensiva Valencia lo tienen claro: exigen a Patrimonio que se conserven las cuatro estructuras defensivas, que solo afectan a una parcela y media de las 40 que la empresa constructora quiere explotar.

Fortín con refugio. Era el ‘Punto de Apoyo del Centro de Resistencia número X’. José Aleixandre

Patrimonio requirió que un estudio arqueológico catalogara todos los vestigios que se encontraban en la zona. La mercantil así lo hizo y la conselleria convino que solo valía la pena poner en valor el fortín de doble cámara con refugio, que se conservará como una zona verde y común. Esta estructura, como explica Esteban Clemente, presidente del CEL de San Antonio de Benagéber, «era un observatorio que estaba conectado a todas las trincheras». Estos pasadizos, tras la prospección y limpieza, pueden visitarse y recorrerse ya que unen las tres casamatas hechas de mampostería para el asentamiento de ametralladoras.

Tras conocer todas las construcciones, la Ley 9/2017, de 7 de abril del Consell, diferencia entre bienes protegidos y bienes solo a documentar según su relevancia patrimonial. De forma paralela, la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (TRLOTUP), obliga a tener en cuenta la percepción ciudadana de un paisaje a fin de protegerlo. Por ello, el Ayuntamiento de San Antonio de Benagéber, antes de modificar el Plan General para poder construir en estas parcelas conocidas como «Unidad de Ejecución número 7», ha tenido que consultarlo con la ciudadanía a través de una encuesta para conocer el valor paisajístico que los residentes le dan a este entorno.

Quejas por el sistema de encuesta

Se trata de un cuestionario de vital importancia para historiadores y ecologistas. Esteban Clemente, que además de presidir el CEL es miembro de la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Túria, quiere que vecinos y vecinas «se animen a votar en favor de proteger este enclave», que supone «una muestra excepcional de la arquitectura militar de la Guerra Civil»

Una de las casamatas que se quiere soterrar para construir encima José Aleixandre

Aún así, Clemente reconoce que han recibido diversas quejas por la dificultad de acceder a la encuesta y enviarla al consistorio, tanto en su versión digital como si se decide hacer presencialmente.

El fotoperiodista y memorialista José Aleixandre, miembro de Posición Defensiva València y responsable del área técnica de la Asociación de Municipios de la línea de defensa Inmediata, asegura que lo mejor es «la expropiación, pero el desembolso económico lo dificulta». Aclara que aunque no se oponen al proyecto de construcción, «sí que queremos evitar la desaparición del centro de resistencia, que es ejemplar». Es una postura que comparte el presidente de esta asociación y alcalde de Vilamarxant, Xavier Jorge, que sostiene que en San Antonio deberían seguir el ejemplo de Vilamarxant «y proteger el patrimonio bélico de nuestro municipio».

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Un paseo por las trincheras y búnkeres de la República José Aleixandre

Dos años de espera

Por último, el alcalde de San Antonio de Benagéber, Enrique Santafosta, recordó que la empresa constructora mantendrá el fortín a la vista, «tal como ha dictado Patrimonio». «La mercantil ha esperado dos años para ejecutar la obra, pero en el consistorio no tenemos mano. Si la conselleria dice que sí, adelante, la empresa ha modificado todo su proyecto para respetar el fuerte», apuntó Santafosta.

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