Un aparatoso incendio industrial en una empresa de reciclaje de plásticos en el polígono de la localidad de Riba-roja declarado a las 12.33 horas de ayer domingo obligó a confinar durante varias horas a los vecinos de la urbanización la Reva y del cercano municipio de Loriguilla y evacuar las piscinas públicas de ambos núcleos por el humo que, aunque no era tóxico, sí podía provocar molestias.

Las llamas, tal como describían los testigos presenciales, alcanzaron desde el primer momento varios metros de altura y las elevadas temperaturas que se registraban en el área del siniestro provocaron golpes de calor a tres bomberos que trabajaban en la extinción y que tuvieron que ser atendidos por una unidad del SAMU.

El fuego se inició por causas que se están investigando en una empresa dedicada al tratamiento y reciclaje de plásticos de la calle dels Fogainers del polígono La Reva. Según explicó el alcalde de Loriguilla, Carlos Rodado, que se encontraba en el lugar de los hechos junto a su homólogo en Riba-roja, Robert Raga, aunque el incendio empezó en una nave vacía, las llamas se propagaron a otra en la que sí había una gran cantidad de material de fácil combustión.

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FOTOS | Espectacular incendio en una nave de residuos de Riba-roja Eduardo Ripoll / Levante-EMV

Llamas de varios metros de altura

Hasta la empresa en la que se inició el fuego se desplazaron al menos diez dotaciones de bomberos y cuatro unidades de mando que trabajan en las labores de extinción en un incendio, así como varias patrullas de Policía Local de Riba-roja y de la Guardia Civil.

Además, se envió el remolque para recarga de aire del Consorcio, destinado a incendios de envergadura donde se prevé un gran volumen de uso de las botellas de aire para la intervención de los bomberos. Las llamas, tal como señaló Carlos Rodado, alcanzaron varios metros de altura y los operarios tuvieron que emplearse a fondo.

Tanto es así que tres bomberos sufrieron desfallecimiento por las altas temperaturas y la elevada carga térmica mientras intervenían en la extinción del incendio industrial. Los tres agentes, tras ser atendidos por las asistencias médicas del SAMU, se recuperaron con normalidad, según informaron fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos.

Alrededor de las 17.30 horas el Consorcio Provincial de Bomberos informó de que el incendio ya había sido estabilizado. A esa hora también los vecinos de Loriguilla y la Reva podían ya respirar tranquilos e incluso salir si querían de sus casas ya que la gran nube de humo visible desde varios kilómetros a la redonda había pasado por encima de sus hogares.

Un incendio en una nave obliga a confinar la urbanización la Reva y Loriguilla

Tal como pudo comprobar este periódico, a alrededor de las 13.30 horas Loriguilla era prácticamente un pueblo fantasma, sin vecinos paseando por sus calles y los bares y comercios que suelen abrir los domingos, cerrados. Unos minutos antes, el alcalde de esta localidad Carlos Rodado, emitió un bando en el que conminaba a los vecinos a no salir de sus casas y mantener las ventanas cerradas porque, aunque no fuese tóxico, la inmensa nube de humo que el viento empujaba hacia la localidad sí podría provocar molestias a los habitantes de las zonas cercanas al siniestro.

Para Cristóbal, un vecino de Loriguilla que se refugiaba del calor en el interior de su casa, el confinamiento recomendado por el alcalde era «una chorrada y una tontería porque ni el humo ni el incendio están llegando al pueblo», señalaba. Dalton, otro vecino de la localidad, se asomaba por la puerta de su vivienda y miraba hacia la gran nube sin demasiada preocupación. «Nos han avisado para que no salgamos, pero parece que no va a llegar aquí», apuntaba.

Marisa, residente en la Reva, María, comentaba a Levante-EMV que se había enterado del incendio cuando se disponía a bañarse en la piscina de la urbanización. «Conforme entrábamos al club social nos hemos dado cuenta de que había una humareda exagerada. Hemos preguntado y nos han dicho que estaban desalojando a la gente y, además, la Policía ha pasado varias veces para decirnos que no saliéramos a la calle y que cerráramos las ventanas».

Juanma se enteró del suceso a través de las redes sociales. «Es entonces cuando me he asomado a la venta y he visto toda la humareda». Según este vecino de la Reva, a las 15.30 horas el intenso humo negro que amenazaba con cubrir esta zona residencial ya se estaba disipando.