ElAyuntamiento de la Pobla de Vallbona no dispone de ninguna gran parcela donde construir un auditorio.Así que ha optado por la vía de la eficiencia: aprovechar un edificio ya construido y dotarlo de un nuevo uso. Se trata del Asador La Mandrágora, un restaurante histórico en el municipio por sus grandes dimensiones que, tras cerrarse hace algún tiempo, abrirá de nuevo la persiana reconvertido en una sala de eventos. 

El consistorio que dirige JosepVicent Garcia ya ha licitado las obras para su reforma y convertir este establecimiento en el ‘EspaiVallbona’. Cuentan con un presupuesto de 499.685 euros para cambiar por completo su uso porque en el ayuntamiento aseguran que necesitan un espacio grande que actúe de auditorio para albergar, al menos, a 600 personas, ya que no hay ninguna dotación que pueda acoger a tanto público. Esta, en concreto, tiene 1.300 metros cuadrados y el objetivo es acoger los actos grandes, ya que la Casa de la Cultura se queda pequeña. 

Los desperfectos de la fachada del asador La Mandrágora serán reparados. L-EMV

Mediante un contrato de alquiler a 15 años con los propietarios, el ayuntamiento va a acometer estas obras en un periodo de tiempo estimado de cuatro meses. Se hará en dos fases: la primera de ellas será en el interior, manteniendo todos los espacios posibles excepto los que no son accesibles y, por tanto, tienen que adaptarse a la normativa vigente. Además, la sala principal será ahora una sala polivalente, con recepción y vestuario. También se llevará a cabo la restauración de la fachada, muy deteriorada y desconchada, por lo que se cambiará todo su aspecto exterior. 

Los exteriores del Asador La Madrágora que se reconvertirá en un auditorio. L-EMV

En la segunda fase se adecuará la sala multiusos con almacén, cocina y camerinos junto a los lavabos públicos. 

Según especifican en el consistorio, la finalidad es «tener un espacio municipal nuevo para actos grandes en espacios cerrados, que pueda acoger eventos culturales y festivos» durante todo el año. Se encuentra en una de las entradas del municipio y hubo otras opciones para este mismo uso, pero La Mandrágora reunía todas las características necesarias.