Acusan al 'telealcalde' de Casinos de vigilar a sus ediles con un trabajador municipal

Arantxa Murgui reconoce que su baja laboral fue fruto de una conversación con Miquel Navarré, que quiso prescindir de ella por falta de visibilidad pese a una "gestión impecable". El alcalde niega esta versión y evita entrar en un cruce de acusaciones

Los tres concejales de Casinos destituidos.

Los tres concejales de Casinos destituidos. / FB

Amparo Soria

Amparo Soria

Los tres concejales de Casinos destituidos por el alcalde, Miquel Navarré, han publicado un vídeo explicando su versión de lo sucedido durante las últimas semanas. Arantxa Murgui, Juan De Dios Páez y Mariona Merino han querido ofrecer a la ciudadanía una explicación que justifique por qué un gobierno de mayoría absoluta de Compromís está completamente desintegrado, y en minoría, tras su destitución.

La teniente alcalde y ex mano derecha de Navarré, Arantxa Murgui, acusa al alcalde de haber usado a un trabajador municipal para seguir sus pasos en el día a día "y controlar las entradas y salidas del ayuntamiento", dice, ya que la acusó de no haber sido suficientemente "visible" en el pueblo y para tener pruebas de ello, la edil cree que utilizó a este empleado para comprobar cómo eran sus jornadas laborales.

De hecho, Murgui también explica que su baja laboral, que se prolongó desde septiembre hasta enero, "no se debió al estrés por el trabajo, sino por la conversación con el alcalde donde me reconoció que mi gestión había sido impecable pero yo no había sido suficientemente visible". Por ese motivo le dijo que no contaría con ella "para ser liberada en las próximas elecciones"; es decir, para ser una concejala a tiempo completo y con remuneración como lo ha sido hasta ahora.

La hasta ahora teniente alcalde explica que no se puede ejercer este cargo "sentada en un despacho de 9 a 14 horas o a 1.000 kilómetros de distancia", dice en referencia a que el alcalde resida en Francia, desde donde gobierna. "Hay que estar en bodas, ir al centro de salud, con las asociaciones, atender accidentes porque se ha ido la luz o porque se ha caído una palmera", explica Murgui en el video.

"Tras estas palabras del alcalde me quedé en shock, hemos trabajado juntos tanto en la oposición como en el gobierno y aunque hacía tiempo que notaba que se había perdido la confianza, ninguno de los tres habíamos recibido quejas vecinales ni de los trabajadores", dice.

Por su lado, y contactado por este diario, el alcalde ha negado las acusaciones de haberla vigilado y cree que esa es su versión, mientras que él tiene una bien distinta. "No es cierto, pero no voy a entrar en un cruce de declaraciones y en ese juego porque estoy centrado en la gestión", ha explicado Navarré.

En el vídeo, Murgui, Merino y Páez explican lo sucedido en las últimas semanas: la reunión con el edil tras reincorporarse de la baja, la intención de Navarré de quitarle un área y aprobar en pleno una dedicación exclusiva más para otra concejala, Mari Carmen Chiva, la negativa de los tres a este gasto y la decisión del primer edil de destituirles por faltar a la disciplina de grupo.

Los concejales cuestionan que en esta ocasión el pleno municipal no se grabara como suele ser lo habitual en estas sesiones. Es el pleno donde los tres rompen con la tendencia de voto y se desmarcan, siendo conscientes de que habrá consecuencias sobre ellos. De hecho, aseguran que han presentado alegaciones a su destitución porque la única motivación recibida es "criterios de organización": "Nos cesan de 14 delegaciones; si tan necesaria era otra liberación por haber aumentado el trabajo, a ver cómo se reparten ahora estas concejalías", dicen en el vídeo.

"Es muy fuerte que todo esto pase a cuatro meses de elecciones, con todo el trabajo desempeñado. No queremos que sea una guerra pública pero tampoco queremos callarnos más", sentencian.