El Camp de Túria crece en 8.056 electores respecto a 2019 para el 28M

Lucía, Hugo, Lucas, Paula, o David. Son algunos de los jóvenes que votarán en las próximas elecciones del 28 de mayo y que tienen su residencia en el Camp de Túria, que vive un crecimiento demográfico y de censo imparable. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, que ha publicado los datos del censo electoral a fecha de 1 de marzo, votarán un total de 129.574 personas de los 16 municipios, lo que supone un crecimiento del 6,2 % respecto a los comicios celebrados en mayo de 2019, cuanto estuvieron convocados 121.518 votantes. El aumento es sustancial y, proporcionalmente, es la comarca que más crece en personas censadas con derecho a voto, por encima del área metropolitana que compone l'Horta (2%).

El número de electores todavía crecerá algo más en el mes y medio que queda hasta la cita, ya que los ayuntamientos y las delegaciones provinciales de la Oficina de Censo Electoral exponen hasta el 17 de abril las listas electorales para que la ciudadanía compruebe los datos de inscripción y presente las reclamaciones que estime oportunas, así como se incluirán las personas que cumplan 18 años hasta ese mismo día.

Por municipios, el censo que más ha crecido es el de la Pobla de Vallbona, que cuenta con 19.052 votantes, 1.452 personas más que en las elecciones anteriores. La expansión urbanística y el crecimiento demográfico de este pueblo y sus urbanizaciones le lleva a ser el más poblado de la comarca, solo por detrás de Bétera, que lidera el ránking de electores con 19.083 personas. Crece, pero por detrás de la Pobla, en 1.400 personas que podrán depositar su papeleta el 28M.

Ambas cuentan con las cifras más elevadas de la comarca e inmediatamente detrás se sitúa Llíria, con 17.922 votantes, 866 más que en 2019. Riba-roja de Túria va detrás con 17.398 personas que votarán y que han aumentado en 1.031 respecto a las últimas elecciones. L'Eliana se sitúa en quinta posición con 14.262 habitantes que son 697 más que hace cuatro años.

Estos cinco municipios soportan el peso poblacional de la comarca y sus votantes representan al 67% de toda la comarca, de ahí la importancia del partido elegido tras las votaciones del domingo.

De todos los municipios, llama la atención el crecimiento sin freno de Nàquera, que ha incrementado sus votantes en cuatro años en 1.015 personas, pasando de tener 4.925 a 5.940 de un mandato a otro, gracias también al elevado número de urbanizaciones con las que cuenta el término municipal y el incremento poblacional que se ha trasladado a esta zona en plena naturaleza tras la pandemia.

Benaguasil ha crecido en 592 personas y fija su censo electoral en 8.961 votantes, por delante de Vilamarxant donde elegirán a su próximo gobierno un total de 7.942 personas, 728 más que en las anteriores elecciones. San Antonio de Benagéber tiene 6.889 votantes (620 más que en 2019) y serra 2.695. con un crecimiento de 294 personas más.

De entre los municipios más pequeños de la Comarca es Olocau quien ha visto crecer su censo de forma sustantiva: hay 424 personas más que en 2019, por lo que votarán en est emunicipio 1.736. El resto de poblaciones el incremento rodea las cien personas, y se encuentran Benissanó (2.345), Loriguilla (2.100), Marines (1942) y Gàtova (412) personas. Pese a todo, hay que subrayar que los 16 municipios de la comarca crecen, tanto los urbanos como los rurales y los más cercanos a la capital, pero también áreas residenciales más alejadas.

Caen los censados en el interior

Los datos en positivo del Camp de Túria contrastan con el resto de municipios de las comarcas de interior valencianas, donde sobrevuela la amenaza de la despoblación y que queda patente en registros de datos como este. A través del Instituto Nacional de Estadística, este diario ha analizado las capitales comarcales así como las principales localidades de Los Serranos, el Rincón de Ademuz, Utiel-Requena, la Hoya de Buñol y el Valle de Ayora, y el número de electores ha descendido en 245 personas respecto a 2019.

Requena ha perdido 99 votantes de una a otra convocatoria: en 2019 hubo 15.437 personas llamadas a votar mientras que ahora son 15.338; en su vecina Utiel, el descenso es algo mayor, ya que cuenta en estos momentos con 9.011 electores, que son 129 menos que hace cuatro años.

Las capitales de la Hoya de Buñol, el Valle de Ayora y el Rincón de Ademuz repiten este fenómeno: todos pierden votantes. En el caso de Buñol, 48 personas menos elegirán representación respecto a los datos de 2019, y es que este año habrá 7.276 personas depositando una papeleta. En Ayora, de las 4.176 personas convocadas hace cuatro años, el censi pierde 75 para este 28 de mayo. En Ademuz votarán 742 personas, que son 39 menos que para el mandato anterior.

Hay que subrayar que los datos en las dos ciudades con más peso poblacional de la Serranía son optimistas: tanto en Chelva como en Villar del Arzobispo habrá más personas votando en estos comicios que en los últimos realizados. En la capital comarcal hay 1.528 personas que votarán y que son 55 más que hace cuatro años, mientras que en Villar han aumentado en 90 personas y elegirán a su alcalde o alcaldesa 2.720 personas.