La comarca Requena-Utiel tiene unos remanentes de vino de 40 millones de litros destinados para su comercialización a granel, según datos aportados por el sector productor. La crisis del coronavirus ha agravado «la escasa demanda de vinos que se viene registrando desde mediados del pasado mes de noviembre», según ha afirmado Luis Javier Navarro, vicesecretario de la Unió de Llauradors y responsables de sectores agrarios en Unión de Uniones de Agriculttores.

Para buscar una solución a este problema, en el ámbito nacional, Unión de Uniones de Agricultores, se ha puesto en contacto con el Ministerio de Agricultura para presentarle líneas de acción que ayudarían al sector vitivinícola a reducir las consecuencias negativas del cierre del canal Horeca así como la cancelación de eventos y ferias de promoción y la reducción en la exportación, al tiempo que se cubren algunas necesidades evidenciadas durante la pandemia. La organización propone al MAPA (y también lo ha planteado al Ministerio de Sanidad) que «las destilaciones voluntarias de vinos para industria o sector energético que contempla el reglamento de la UE para regular la oferta (Reglamento (UE) 1308/2013), sean destinadas a alcohol sanitario, dada la gran emergencia que ha provocado el COVID-19».