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El incendio de Venta del Moro evidencia la necesidad de recuperar los cultivos

El sector agrícola pide estimular el relevo generacional y que se aplique la tasa para compensar a municipios forestales

El secretario autonómico de Agricultura, Roger Llanes, en un campo donde se aprecian viñas calcinadas y otras donde no llegó el fuego. | L-EMV

Una vez extinguido, es momento de evaluar y catalogar los daños que ha causado el incendio forestal de Venta del Moro que comenzó el 3 de julio y se prolongó durante varios días, hasta arrasar una superfície de 1.200 hectáreas. Entre ellas, mucha masa forestal pero también campos de cultivo cuyo impacto, además de moral y medioambiental, es también económico.

En su extinción, estos campos resultaron fundamentales para frenar las llamas, que no tenían combustible para seguir ardiendo cuando llegaban a un campo arado, el fuego dejaba de avanzar. Por eso, en los municipios forestales como Venta del Moro, a los pies del Parque Natural de las Hoces del Cabriel, se pide a las administraciones un esfuerzo para mantener estos cultivos y que el relevo generacional permita que pervivan como cortafuegos naturales.

Según los datos que maneja el alcalde, Luís Francisco López Yeves, se calcula que las zonas agrícolas afectadas superan las 115 hectáreas, pero son datos todavía por confirmar de forma oficial. Fue la aproximación que hicieron los equipos de emergencias tras la extinción del fuego, pero ahora los ayuntamientos tendrán que recopilar bien esos datos para poder justificar las pérdidas y acceder a las ayudas que presentó el viernes el Consell para compensar los daños. La semana pasada, el secretario autonómico de Agricultura, Roger Llanes, junto al director general de Agricultura, Toni Quintana, visitó la zona afectada y se reunió con representantes agrarios como La Unió de Llauradors para valorar qué acciones pueden llevarse a cabo para recuperar los cultivos que el fuego haya devorado.

«Hay preocupación por las pérdidas en las cosechas, porque excepto el cereal, todo lo demás está creciendo ahora», dice el alcalde. Por eso, «la sensación es de tristeza absoluta y estamos a expensas de poder tramitar las ayudas de la Generalitat», señala.

Además de la bolsa económica que el Consell pueda habilitar para ayudar a estos agricultores, López Yeves señala que debería haber un esfuerzo por recuperar las parcelas abandonadas, donde crece monte bajo una vez no se cultivan y son el material perfecto para arder. «Las ayudas ahora se centrarán en recultivar los árboles perdidos, pero en otros lugares necesitamos reforestar los cultivos perdidos, debería ser una meta de todas las administraciones», explica.

Compensación fiscal

Junto a esta reivindicación, López Yeves también pide implementar la compensación fiscal o económica a los municipios forestales como Venta del Moro, tal como se solicita históricamente desde Amufor, que aglutina este tipo de pueblos que conviven con la naturaleza y la cuidan todo el año, en muchas ocasiones a cargo de las arcas municipales. «Cuidamos este entorno y hacemos una labor por el planeta, absorbiendo el CO2, por eso no resulta descabellado que se nos pueda recompensar por preservar ese medio ambiente del que disfrutamos todos», apunta el primer edil, para quien con una estimulación económica habría mayor motivación para preservar el entorno natural en estos municipios.

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