Cada vez son más las personas mayores que no solo se animan a divertirse con las redes sociales, sino que utilizan algunas, como TikTok, para cuestionar estereotipos sobre la vejez o para reírse de los equívocos que generan los prejuicios. Pero lo más curioso, es que son seguidos por miles de personas, la mayoría jóvenes, e incluso algunas veces llegan a hacerse tan famosos que dan la vuelta al mundo y sus vídeos son conocidos en otros países.

"La gente la reconoce por la calle y se quieren hacer fotos con ella"

Adela, con 85 años, vive en Las Nogueras, una pedanía a pocos kilómetros de Requena. En el verano de 2021, por aburrimiento, por curiosidad por usar el móvil y junto a su nieto Víctor, empezó a contar su historia. Una historia que guarda detrás horas de vida rural alejada de la ciudad o de elaboración propia de alimentos para ella y sus animales. Y sobre todo, una historia que a día de hoy ha llegado a más de 50 mil seguidores, con vídeos que ya tienen más de un millón de visualizaciones.  

Su primer vídeo fue en abril de 2021, donde comentaba la importancia de vacunarse contra el coronavirus, de manera graciosa y divertida, pero no fue hasta unos meses más tarde cuando sus vídeos se volvieron virales y alcanzaron entre 100 mil y 300 mil visualizaciones

Recuerdos para el futuro y una fama sin esperar

“Quiero dejarle a mi nieto muchos recuerdos con estos vídeos y que aprenda de los mayores”, cuenta Adela a Levante-EMV. Reconoce que gracias a TikTok ha aprendido a poner buena cara y a no enfadarse tanto, porque si ella está contenta y feliz, sus seguidores aún más. Aún así, dice que le va a dar unos “azotes” a su nieto, porque no se esperaba llegar tan lejos y ella cree que la ha metido en un buen lío.

Adela junto a sus nietos en una verbena L-EMV

“Cuando vamos a Requena, la gente la para por la calle y se quiere hacer fotos con ella, porque la reconocen”, cuenta orgulloso su nieto. Pero sus vídeos han llegado mucho más allá. En Latinoamérica también la conocen y le mandan saludos y le animan a continuar.

Sus seguidores la quieren mucho y recibe mensajes de apoyo como «Qué mujer tan trabajadora» o «Qué bonita relación entre abuela y nieto» para que siga contando su vida y que les enseñe más sobre la vida en el campo. 

No solo eso: Adela tiene un grupo de WhatsApp con otros abuelos y abuelas usuarias de TikTok, donde comparten sus experiencias con las nuevas tecnologías y se alegran por los logros que cada uno va consiguiendo. 

Disfrutar "por mucho que digan"

Aunque no todos los comentarios son tan positivos. También se han encontrado con alguno que otro no tan bueno y que ven una sobreexposición de una persona mayor por parte de su nieto. Pero nada más lejos de la realidad, porque ella disfruta y quiere seguir por mucho más tiempo en las redes, "por mucho que digan", señala.   

@layayadela Hoy ha tocado pan!!🤗🤗 ¿Que os parece? #abueladeespaña #viral #fyp ♬ sonido original - Adela C.

A Adela le gusta enseñar la comida que hace, sobre todo el pan, al que que ella llama “su pan” y lo elabora de manera más natural y con lumbre en un horno de piedra. Algunos seguidores le han llegado a copiar la receta, pero ella dice que “como su pan, no hay ninguno”.  También le gusta seguir las tendencias y bailar algunas de las coreografías de moda que surgen en la red. 

Su nieto está orgulloso de ella y le intenta ayudar con las nuevas tecnologías, aunque Adela va sobrada porque, como reconoce, «me gusta usar el móvil».

La vida rural, no siempre idílica

Sin embargo, detrás de esta mujer dulce y con tanta simpatía, durante su infancia no lo tuvo tan fácil. «De pequeña jugaba poco y trabajaba mucho», comenta. Era de baja estatura y recuerda como tenía que apañárselas para hacer algunas labores del hogar como hacer la cama, que tenía que subirse a una silla para alcanzarla y coger el palo de la escoba para darle la vuelta a la sábana

En definitiva, una abuela muy abierta, con ganas de mostrar el esfuerzo que hay en una vida de campo y con fuerza para seguir contando su historia en las pantallas.