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Vinos menos corpulentos y con menor graduación: la DO se adapta al mercado

El presidente de la DO Utiel-Requena asegura que los gustos del nuevo consumidor les conduce a innovar

José Miguel Medina departió sobre la innovación en la DO Utiel-Requena.

José Miguel Medina departió sobre la innovación en la DO Utiel-Requena. / Fernando Bustamante

Marina Falcó

Marina Falcó

Requena

Para José Miguel Medina, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Utiel-Requena, la viticultura del siglo XXI no se entiende sin la innovación, porque entre otros motivos, es la herramienta que permite a los productores de vino adaptarse a las nuevas tendencias del mercado.

Durante su participación en la mesa redonda ‘La viticultura del siglo XXI: de la ecología a la digitalización’ enmarcada dentro del Foro Más que Empresas Requena organizado por Levante-EMV, Medina confesó que las preferencias de los nuevos consumidores de vino «nos obliga a innovar».

«La innovación es necesaria para adaptarse y además hay que ser lo más ágil posible», sentenció el presidente de la DO de los vinos requenenses.

Y aunque a las denominaciones de origen «nos cuesta un poco abrirnos» a nuevas fórmulas, el hecho de que los jóvenes se muestren «ávidos de tener experiencias más saludables» con el vino, les está llevando a investigar para producir caldos «menos corpulentos y con una menor graduación alcohólica».

El plan estratégico de la DO se ha revisado para responder a un público «ávido de experiencias más saludables»

La innovación, aseguró Medina, impregna todos los procesos de producción «empezando por el viñedo y acabando en la bodega». El plan estratégico ha sido revisado por la DO para centrarse en adaptar el vino a las nuevas demandas y esto afecta, además de a la graduación alcohólica, a la búsqueda de nuevos sabores «más fáciles» para sus paladares y por lo que los viñedos han experimentado cambios en los últimos años.

Pero todo ello de forma sostenible porque «la mejor manera de llegar al consumidor es mostrarle la calidad que hay, la tradición y cultura que existe en nuestra producción y además queremos dejarle a nuestros sucesores un entorno mejor. La sostenibilidad es necesaria para cuidar y preservar nuestro legado», explicó José Miguel Medina.

La combinación entre tradición e innovación es el mix perfecto para seguir siendo líderes en lo que se refiere a competitividad y además, conectar con un público joven que aprecia la calidad de los vinos producidos bajo el sello de Utiel-Requena.

Sin embargo entre este público de menor edad la atracción por el campo como salida profesional no es tan potente.

«Uno de los principales que tiene la agricultura en general es la falta de relevo generacional que debemos fomentar para que la gente joven quiera quedarse». Los inconvenientes que el sector viticultor encuentra para hallar ‘sangre nueva’ tiene que ver, en opinión de Medina, con la dureza del campo que «tiene que sobreponerse continuamente, no solo por una catástrofe como una dana, sino porque un cambio de tiempo te puede arrasar una cosecha y al día siguiente hay que rehacerse».

Tampoco es una cuestión de rentabilidad económica sino de la «falta de cultura de cultivar la tierra» porque «siempre da la sensación de que ser agricultor está mal visto, cuando, como suele decirse, todos necesitamos un agricultor y ganadero tres veces al día como mínimo».

Y para llegar a la gente más joven, el consejo regulador tiene en marcha un proyecto de comunicación junto con los cinco institutos de la zona para presentar la viticultura y el sector bodeguero a los estudiantes. «Deben conocerlo y luego que decidan que quieren hacer pero la obligación del consejo es transmitir todo lo bueno que tenemos y fijar el talento». Pero ¿existe carencia de algún perfil concreto? «llevamos tiempo pidiendo cursos de comercio exterior, necesitamos comerciales para el extranjero y tenemos que buscarlos fuera».

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