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In memoriam

In memoriam

El jueves 26 de junio de 2014, ha sido la fecha que marcará por siempre la despedida de una buena persona y un buen entrenador, un enamorado del deporte, de la cultura y del fútbol, Francisco Pascual Coloma, Paquito, el legendario entrenador del Olímpic juvenil, nos dejaba a los 92 años de edad.

Paquito fue un adelantado a su tiempo, un entrenador autodidacta que tras una dilatada carrera al frente, sobre todo, del Olímpic juvenil, supo sacar extraordinarias hornadas de buenos e importantes futbolistas que jugarían, muchos de ellos, en primera división. En la temporada 1948/49 se hizo cargo de la U.D. Setabense, el equipo amateur del C.D. Olímpic; pero es en la temporada 1953/54 cuando Paquito empieza a entrenar al Olímpic juvenil.

Una fecha para la historia fue el 12 de mayo de 1957. El Olímpic juvenil jugó una eliminatoria de Copa contra el Real Madrid en la capital de España y el equipo dirigido por Paquito venció por 1-2 con goles de Benavent y Escudero, siendo esta gesta un recuerdo imborrable para los buenos aficionados setabenses.

Era de su bolsillo de donde se pagaban las equipaciones del juvenil, era gozoso oírle cantar ópera o zarzuelas en el autobús en el viaje de vuelta tras una victoria y no tanto verle rabiar con cara desencajada por una derrota. «Chafa i dona», «al hueco», «chuta» y «chavaaaal» eran algunos de sus gritos característicos.

El 12 de diciembre de 1982 dirigió su último partido, al dejar su cargo voluntariamente, siendo sustituido por uno de sus alumnos, Antonio Úbeda. A partir de ese momento se fue alejando de la Murta, buscando otras inquietudes.

Con la pérdida de Paquito desaparece un altruista y peculiar personaje de la sociedad civil setabense, empleado de los juzgados de Xàtiva, dedicado casi por entero a sus pasiones, la música clásica, la cultura general y, sobre todo, enamorado del Olímpic y de Xàtiva.

Cientos de jóvenes setabenses y de la comarca pueden decir que Paquito fue su entrenador, muchos de ellos agradecerán su formación como futbolistas y como personas.

El Olímpic de Xàtiva, los cientos de jugadores que formó, siempre estarán en deuda con él. Una deuda impagable que solo con el recuerdo, el cariño y la admiración, escribirán con letras de oro su nombre, «Paquito», en el banquillo del entrenador local de su apreciada morada eterna que fue, es y será el campo Murta.

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