El PP de Ontinyent ha puesto de manifiesto que el polideportivo municipal acumula un déficit anual de un millón de euros y critica la «mala gestión» del concejal de Deporte, Pepe Pla. Para los populares esta cifras «tan negativas» exigen «de forma urgente una mejor gestión» y por ello, días atrás pidieron que se subieran las tasas del polideportivo. El grupo liderado por Filiberto Tortosa insta al edil del área a «poner en marcha los mecanismos necesarios para articular propuestas serias sobre la gestión del polideportivo, cuyo agujero es de un millón de euros cada año», revelaron.
Los populares han reclamado un estudio de costes exhaustivo y que se proyecten «medidas más viables para que este servicio siga ofreciéndose y pueda estar al alcance de cualquier ciudadano». El PP ha señalado que con ese millón que ahora es déficit —«y que lo pagamos entre todos»— «se podrían reducir los impuestos» y añadió que «cada ontinyentí paga unos 30 euros al año utilice o no el polideportivo».
El PP ha centrado sus críticas en la gestión del concejal de Deportes, al que reprochan que «en tiempos de crisis se exige una mejor gestión de lo público y es aquí donde Pepe Pla, concejal de Deportes,, falla porque no atiende ni los consejos de su grupo político Compromís, donde la sintonía también falla, ni atiende a las demandas ciudadanas». Y subrayan el «cabreo de muchos deportistas», que según el PP «se han visto obligados a marcharse a otras localidades cercanas para practicar deporte».
El Partido Popular de Ontinyent insta a Pla a «ponerse manos a la obra y antes de que acabe la legislatura solucionar los problemas del polideportivo: los económicos —subrayan que el área económica municipal también es gestionada por el grupo de Pla, Compromís— y los problemas de mantenimiento», resaltando que los aspersores «pierden agua desde hace más de cuatro meses y no se le aplica ninguna solución».
Por su parte, Pla rechazó la subida de tasas y destacó que «estamos gestionando mejor el deporte» que el PP. El edil de Deportes manifestó, sobre el déficit de la instalación, que «cultura, sanidad, bienestar social, educación o deportes son áreas en las que no tiene que primar el beneficio económico, sino los incontables beneficios que aportan a la sociedad».
