Antes que nada dar las gracias al Sr. Natalio Navarro por abrir la Caja de Pandora (que creo sabrá lo que es) con sus parábolas sobre cuentos que dudo haya leído (por dudar dudo hasta que sea usted el autor de su misiva), que me permiten y casi obligan a, una vez más, dejarle en evidencia. ¿Cómo se atreve usted a tanto? En serio, ¿cómo puede decir, como desvelaba este mismo diario, que gastar casi 5.000 euros en seis meses en comidas tirando de tarjeta de crédito pagada por todos es poco? ¡Que es poco! 513 euros en una comida en Madrid, 435 en una en Valencia, 304 en Peñíscola?¡Pero si hasta tiene gastos realizados en Berlín! Y sólo han salido a la luz algunas facturas. Miedo nos da pensar lo que hizo en los 7 años y medio restantes con esa tarjeta. Le dio tiempo a comerse la gallina, los huevos de oro y hasta a la abuela de Caperucita. Todo regado con vino por supuesto, y no solo del de La Pobla a tenor de las facturas... Ocho años de pseudoalcaldia en los que vd., entre dietas, desplazamientos y jornadas cobraba de las arcas municipales locales unos 2100 euros mensuales, además de otros 2.000 al mes de la Diputación (IMELSA). Si a estos dos sueldos sumamos las dietas locales, hoteles y coches percibía cerca de 5.000 euros mensuales, a los que, ¡ojo! ahora habrá que sumar sus gastos como mínimo cuestionables con las tarjetas Visa del ayuntamiento. Un millón de pesetas al mes sin horario fijo ni control por parte de nadie. Crisis, ¿qué crisis?

Ahora, para justificar esta auténtica sangría de la cosa pública, no se le ocurre nada mejor que jactarse de la cantidad de subvenciones que llegaron al municipio. Si las subvenciones son finalistas ¿ a que se debe entonces y de donde sale el brutal endeudamiento local? ¿Ve como se pilla antes a un mentiroso que a un cojo? ¿Pensó en algún momento en sus vecinos? ¿Pensó que lo tenían que pagar ellos? Pensar, para qué, eso cansa. Era mejor aumentar desorbitadamente todos los impuestos para tapar su desastre económico y su nula gestión. Incrementar al máximo la contribución IBI y todos los demás impuestos. Plusvalía al máximo. Su política económica se basó en un polígono industrial desaparecido tras usarlo electoralmente, en engañar a las empresas que invirtieron, en un PAI inexistente, o en un Centro Social que se inauguró antes de elecciones sin un plan de viabilidad y sin pagar (porque lo estamos pagando ahora). En un ayuntamiento dedicado a fabricar vino y contratar a dedo asesores y colaboradores. Porque vd. quiere ser político profesional, pero su incompetencia hace que no pueda actuar solo. Como no le servían sus concejales, montó con el dinero de todos una especie de ayuntamiento paralelo, con un asesor económico externo, un periodista, un informático, una enóloga (¿algún dirigente nacional tiene alguna en nómina?) y firmando contratos con empresas fuera del consistorio. Además de todo lo que cobraba, no tenía horario fijo y nadie le controlaba los desplazamientos ni los gastos. Y ahora resulta que gastar 5.000 euros en comidas en seis meses encima está bien gastado, porque los negocios "se hacen en los bares". Un argumento elitista, que huele a naftalina y supone un insulto a la inteligencia de aquellos cuyo dinero ha gastado en viajes con taxi, alquiler de coches o comidas el día de San José o los domingos.

Que gran gestión la suya, cuyos efectos se siguen notando años después de dejar de gobernar, con decisiones como su beneplácito a la planta de residuos animales, a la que dio u apoyo que ocultó hasta a sus concejales. ¿O usted no era? Un exalcalde obsesionado con ascender en la vida política, pero eso sí, pagándolo todos los poblanos, y metiendo al ayuntamiento en numerosos juicios. Lastima, para usted, que todo se le torciera porque aunque usted intente manipularla, la verdad está ahí: Vd. no tuvo ningún escrúpulo en cobrar dos sueldos, dietas, gastos y a la vez abusar de estas tarjetas de crédito, de las que sabemos ahora lo que gastó ¡en seis meses! de 2009. En fin, No se vayan todavía, aún hay más ?por cierto, paga tú la cuenta.