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Por la boca se pierde Navarro

Por la boca muere el pez. Pero desafiante, el exalcalde de la Pobla del Duc y responsable máximo del PP en esta Vall, Natalio Navarro, saltaba a estas páginas el pasado sábado, sacando pecho y aplicándose la manida estrategia según la cual la mejor defensa es un buen ataque. Y lo hacía a raíz de la noticia que publicó esta edición: «El anterior alcalde de La Pobla cargó a la tarjeta del consistorio 4.770 ? en comidas en medio año», parapetado con un puñado de «cuentos» bajo el brazo, de títulos infantiles cuya autoría apenas coincide con la realidad (Pinocho, por ejemplo, ni fue escrito por el danés Christian Andersen, ni por los hermanos alemanes Grimm, sino por el italiano Carlo Collodi). Y es que, cegado por su arrogancia, Navarro hace realidad otro dicho, en un corral de conills, el que fan els pares, fan els fills, o sea lo que hace la cúpula del PP en otros ámbitos. Y llevado por su afán de dar lecciones de suficiencia, llama «cuento» a lo que intencionadamente pretendía ser una fábula (género didáctico mediante el cual suele hacerse crítica de las costumbres y de los vicios locales). Tal vez emular al francés La Fontaine, auto parodiándose en El maestro y el niño, una fábula que intenta demostrar la presunción vana de un necio. Donde Navarro hacía asomar los lastres catastróficos con los que el PP ha asolado los cimientos de la sociedad valenciana, y que el profesor Joan Romero calificaba así recientemente: «Exhiben públicamente su incultura y su falta de respeto por el adversario político y se vanaglorian de ello. Presumen de haber entronizado la vulgaridad y la ordinariez».

Con todo, y volviendo a la boca del pez, la petulancia e insana conducta democrática con la que Navarro nos pretende persuadir, cobra entidad y le define es cuando asegura que «las comidas que pago con la tarjeta del ayuntamiento de la Pobla del Duc reportaron al municipio más de 8 millones», como si las inversiones públicas a la población dependieran de la cantidad de mariscos o la calidad del vino, con que el exalcalde agasajara a altos cargos de la administración pública. Un método propio de los regalos de la Gürtel y otros combos delictivos. Navarro evidencia con estos argumentos que su política es torticera, indigna y obsoleta. Y por tanto, anda perdido y errático ante la necesaria regeneración democrática que clama por doquier.

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