Como es sabido, los elogios debilitan. Eso debió pensar Javier Sarrión, segundo entrenador del Olímpic cuando atendió a los medios informativos una vez finalizado el partido ante Huracán con victoria setabense, impartiendo toda una clase de modestia en sus declaraciones digna de admiración. El equipo no hizo un partido diferente al de otras actuaciones. Esta vez se jugó bien y se ganó a diferencia de otras tardes en las que el balón no quiso entrar. No hemos hecho más que otras veces y sin embargo hemos ganado. Estos fueron en síntesis los razonamientos del ayudante de Sandroni, que eludió con modestia cualquier tipo de elogio.

Se ha cumplido una jornada más y los negros nubarrones han desaparecido por el momento, jugadores hasta ahora inéditos como goleadores han visto puerta por primera vez, lo cual podría ser un síntoma positivo que habrá que refrendar mañana ante el Villarreal si se pretende escalar el Himalaya del grupo, que estando lejos no lo es tanto si el Olímpic consigue doblegar al submarino B y luego en la Murta al Elche Ilicitano. Esta programación forma parte del ultimátum del presidente Rus a los componentes de la plantilla y del cuerpo técnico que al parecer ha sido talismán porque se ha conseguido el efecto deseado.

El Villarreal B es un equipo que como cualquier filial que se precie intenta desarrollar un juego en el que predomina la calidad técnica, que es sin duda la filosofía que impuso el mister Pelegrini con el que tantos éxitos consiguió, hasta llevarle a jugar en Europa, además de mantenerse en Primera tuteando a los grandes, todo en una ciudad un poco mayor que la nuestra.

En sus filas figura gente joven escogida para, una vez forjados adecuadamente, puedan dar el salto y nutrir al primer equipo. Quiere esto decir que el Sr. Sandroni, que volverá al banquillo una vez cumplida la sanción, sabrá lo que tiene que hacer para conseguir mantener el rumbo que el equipo apuntó en el San Gregorio de Torrent el pasado domingo.

La afición, según el sondeo callejero al que estoy sometido diariamente, después de la inesperada victoria ante Huracán, vuelve a estar ilusionada en conservar la categoría y confía en que el equipo por lo menos se traiga algo positivo de Villarreal. De no ser así los negros nubarrones volverán a invadir el habitat natural de nuestro equipo y también el de nuestras ilusiones.