a posteriori

Poco Fútbol

Miguel Sarrión

Lo de siempre, 1-0 y gracias aunque esta vez el gol que nos mató llegó en el primer minuto de juego, tras un cerrado corner que se coló por el palo de atrás, sin apenas rozarlo nadie y con desventaja para Rangel, que es un buen portero, pero pequeño ante determinados lances del juego.

El Olímpic se mostró falto de ideas a lo largo del partido, apenas inquietó al Badalona y las dimensiones del campo tampoco favorecieron. Y no digamos la ausencia del pequeño Álex Cortell cuya baja por sanción federativa dejó al equipo totalmente romo en ataque.

Sandroni puso en el campo todo lo que el equipo tiene, o sea mucho corazón y poco fútbol. Para nada sirvieron los cambios que realizó a mediados de la segunda parte. No hay gol por mucho empeño que se ponga, y en éste caso mucho más agudizado ante la ausencia del chico de Moncada, quizá demasiado joven para saber como hay que comportarse para no perjudicar ni a su equipo ni a sus compañeros. En el alto promedio de tarjetas que el equipo recibe cada domingo tiene bastante que ver el entrenador, al no saber atajar la sangría que ello significa teniendo en cuenta las circunstancias por las que atraviesa el equipo cuyo peligro de descenso no creemos que nos abandone durante toda esta segunda vuelta que acaba de comenzar.

Achacar a la paupérrima economía por la que atraviesa el club no debe servir de excusa en la errónea composición de la plantilla, que desde el principio ha contado con la fiabilidad del bloque de atrás y porque además compite con equipos cuyas asistencias al campo y también sus presupuestos todavía son menores que el nuestro en muchos casos.

No se trata pues de buscar culpables por los errores cometidos ante directivos amateurs y mucho menos en el presidente Rus, cuya desinteresada presencia al frente del club siempre será digna de agradecimiento.

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