Fallece el expresidente de Caixa Ontinyent y alcalde durante la transición Roberto Belda

Conocido empresario de la harina presidió la caja durante casi diez años y fue primer edil ontinyentino hasta el año 1977

josep antoni mollà ontinyent

Con el sepelio, ayer lunes, de Roberto Belda Revert, el Guapet, desaparece un hombre clave para la reciente historia de Ontinyent. Su talante dialogante como alcalde y presidente de la Caixa d'Estalvis d'Ontinyent en los años de la transición democrática, fue definitivo para que el cambio que se cernía sobre la ciudad resultara estable. Aunque en su condición privada dedicó gran parte de su vida al negocio familiar de La Farinera, o sea a la fabricación de harinas, en la faceta pública su implicación fue muy activa. Destacando su nombramiento como alcalde de Ontinyent a mitad de los años 70, tras la muerte del alcalde más popular del franquismo, Vicente Gironés Mora, cargo que ocuparía hasta 1977.

Durante el mandato de Belda destacó su cordialidad con los vecinos y su afán por evitar confrontaciones de cualquier tipo. Además su talante tolerante, y sin duda cierta afinidad con el sentimiento nacionalista, le llevó a autorizar e interceder ante el gobernador civil para que se pudiese celebrar en 1975 un recital histórico para la ciudad, el primero de Raimon, y sin duda el último gran evento que albergó el entrañable teatro Patronato, que se llenó de gom a gom antes de ser reconvertido en una residencia franciscana para mayores. Como reconocía Belda años después, aquel hito, cuando el franquismo aún daba sus últimos coletazos, y ese posicionamiento en un período de cambios sociales, le costó enfrentarse con algún representante de los sectores mas ultras de la ciudad.

En su etapa de presidente de Caixa Ontinyent, de 1978 a 1987 (además de ser miembro del Consejo de Administración entre 1974 y 1978) sería el que daría paso a la incorporación en el seno de las cajas, de los representantes de origen político, auspiciados por la nueva legislación. En su presidencia tuvieron lugar los actos del centenario de la entidad, en 1984. Asimismo mostró su apoyo, junto al también desaparecido director de la entidad, Vicente Penadés, Centeno, al alumbramiento editorial de la revista Crònica. Tras su cese en el cargo sería nombrado Presidente Honorario Vitalicio.

Muy activo socialmente

Su carácter afable le granjeó muchas simpatías. De fervor religioso, alternó su vida con las más diversas manifestaciones sociales ya fuera como pregonero de muchas de las festividades de la población, como festero Saudita de los Moros y Cristianos, directivo del Ontinyent CF o miembro de la Asociación de Fiestas de la Purísima.

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