Vila toma posesión como alcalde forzado por la proximidad electoral

La proclamación oficial de Rafael Vila como alcalde de Novetlè despejó la incertidumbre instalada a comienzos de mes. El facultativo se convirtió ayer en el cuarto alcalde de la democracia en la localidad, el tercero en lo que va de una legislatura marcada por la dimisión de Josefa Mateu y los acalorados debates en torno a su sucesión en el cargo, amplificados con la inesperada renuncia del que fuera designado como su sustituto, Joaquín Mateu. Vila no ocultó durante su discurso de investidura que «no tenía ganas» de asumir la vara de mando, que ha de compaginar con otros compromisos. De hecho, fue uno de los cuatro ediles que renunciaron en 2013 a ocupar el sillón dejado por la histórica exalcaldesa, a la que ayer dedicó todo tipo de elogios. Pero las circunstancias mandan y, a cuatro meses de las elecciones, no cabía otra opción, después de que el primer teniente de alcalde y relevo natural, José García, rechazara ser candidato. En su intervención, Vila ensalzó con orgullo los logros cosechados a lo largo de 32 años de gobierno socialista, al que pertenece desde 1991. El alcalde —que ya ejercía como tal aunque de manera accidental desde comienzos de año— justificó las dificultades del PSPV para encontrar un sucesor señalando que «nuestro grupo no tiene ansias de poder para alcanzar cargos» y resaltando la «labor desinteresada» de los ediles.

Incógnita sobre la candidatura

Vila acabará la legislatura, aunque no está claro que concurra como candidato a las elecciones de mayo. Al pleno de investidura no acudió la cúpula de la dirección socialista de la Costera, al coincidir con un acto de precampaña con Lerma en l'Alcúdia de Crespins. Sí estuvo entre el público el portavoz de Xàtiva, Roger Cerdà.