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la ciudad de las damas

en la ciudad violeta

El 8 de Marzo no hay ciudad ni pueblo que se precie, por pequeño y escaso que ande de presupuesto, por rancios y machistas que sean sus gobernantes, que no celebre el Día de las Mujeres. Cada cual lo hace como puede, pero siendo el 8 de Marzo a esas mujeres que tanto queremos hay que llevarlas a merendar, a bailar o al teatro. Enseñarles a hacer jabón, nociones de autodefensa o el arte del origami. Contarles chistes, cantarles canciones o recitarles poesía? Antaño incluso, les regalaban macetas, flores o libros. Todo es poco para ellas, sobre todo estando a minuto y medio de unas elecciones que abrirán las puertas del poder que luego quedarán cerradas durante cuatro largos años.

Con todo, el esfuerzo es muy de agradecer, que no seremos nosotras las malnacidas poco agradecidas que dice el refrán, pero resulta claramente insuficiente para superar problemas y conflictos que no se solucionan con cariño, sino con recursos y presupuesto. No es así como se llenan las neveras, ni se curan los moretones. No es así como se alegran los corazones. Por eso, en razón a la cercanía de este 8 de Marzo con las próximas citas electorales es una sabia decisión conectar los festejos del día con las promesas políticas que en estos días proliferan desde cualquier esquina. Eso ha hecho Xateba —Asociación por la Igualdad y contra la Violencia de Género—, que ha invertido sus energías en poner sobre el papel lo que llaman la ciudad violeta, la Xàtiva violeta, que más allá de connotaciones líricas, es un retrato de esa ciudad pensada en femenino donde habitan las mujeres y encuentran respuesta a todas sus preguntas. Violeta es el color de las mujeres, el color de la igualdad. Vestidas de morado se reconocen entre ellas, las mujeres que saben que tienen un vínculo común que nos une, basado en un pasado doloroso, un presente decisivo y un futuro irrenunciable.

La Xàtiva violeta es esa ciudad consciente de que por sus calles pasean las mujeres con tacones o zapatillas y de que en sus comercios compran, sobre todo, las mujeres. Que se empeña en crear empleo femenino y no en esconder su inexistencia bajo cifras impersonales. Esa ciudad cuyo ayuntamiento se organiza para poder actuar con eficacia mejorando la calidad de vida de sus ciudadanas. Que cuenta con potentes servicios sociales que garantiza que no sean ellas las responsables en exclusiva y en solitario de las tareas de cuidado de los menores y dependientes. Ciudad violeta es aquella ciudad que gasta su dinero pensando en las necesidades de sus vecinas, que sabe hablar en femenino en sus emisoras locales de radios y en los periódicos, que educa en el respeto y en la no discriminación, que combate la violencia machista con todos los medios a su alcance.

Dar a conocer la Xàtiva de las mujeres. Que nadie se alborote porque en la ciudad violeta las mujeres no reciben más, pero tampoco menos que el resto de vecinos. Esa ciudad violeta un núcleo de convivencia respetuoso con las personas, con todas, precisamente porque las reconoce tal como son y les da lo que necesitan, sin uniformarlas ni negar esa entretenida y necesaria diversidad de sexos que nunca debiera derivar en desigualdad. No hay mejor celebración, pues, del Día de las Mujeres que obtener el firme compromiso de los futuros gobernantes de la ciudad con este proyecto. Presentándolo además a la ciudadanía para su mejora colectiva, como Xateba tiene previsto hacer este sábado a las 12 del mediodía en la sede de la asociación de vecinos del Barri Nord-Oest. Es un paso más para acercar a todos los que la quieran conocer la Xàtiva de las mujeres, una ciudad que es posible, que es necesaria y que sobre todo que es de justicia que exista.

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