Un perro se precipitó el domingo desde el balcón de un segundo piso de la calle Vicente Boix de Xàtiva, en una reacción muy extraña, según su dueña, ya que saltó voluntariamente la barandilla. El perro sufre heridas de importancia —tiene dañada la vejiga— pero los veterinarios creen que puede sobrevivir. De hecho está recuperándose en casa tras las primeras exploraciones. El golpe —desde un altura de diez metros— fue muy duro ya que cayó directo sobre la acera, sin frenar la caída con algún árboles o toldos.
La calle en la que ha caído el perro es, sin duda, una de las más transitadas de la ciudad: próxima a la Baixada de l'Estació y muy cerca de puntos comerciales como un conocido supermercado, una farmacia, una heladería... Sin embargo, al tratarse de un domingo y por la hora (las diez y media de la mañana) el flujo de personas era mucho menor. «Ha habido mucha suerte, dentro de la desgracia, de que no pasara nadie en ese momento porque hubiera sido fatal», explica un vecino de la finca. Aunque no vio la caída del perro sí que oyó el impacto del animal sobre la acera. «Hizo mucho ruido, fue un golpe grande, grande como si hubiera caído algo muy voluminoso», añade.
Rápidamente la dueña bajó a la calle y recogió al perro, que estaba tendido en el suelo pero consciente, y se lo llevó al interior del zaguán. Según testigos, el animal sangraba un poco por la boca. El perro no podía levantarse. La propietaria estuvo acariciándolo y tranquilizándolo mientras uno de los numerosos curiosos que se agolparon el zona se brindaron a avisar a un veterinario de urgencias. Al llegar el especialista se llevaron al perro señalando que, desgraciadamente, la caída daba a entender que tendría graves heridas internas y que no sobreviviría. Pero finalmente parece que no ha sido así, según explicó a este diario la dueña del animal ayer.
El perro es mezcla de razas setter y pointer. Según la dueña, estaba jugueteando con su hijo en el balcón del piso y tuvo la extraña reacción de encaminarse a la barandilla y saltar, sin que diera tiempo a cogerlo y evitar el fatal salto. Según los expertos, una caída desde una altura considerable como es ésta multiplica el peso del cuerpo, por lo que los aproximadamente 30 kilos del animal son más del doble. Eso da idea de la envergadura del golpe y del sufrimiento del animal, tal como explican a este periódico. «Es un milagro que se haya salvado».
