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la noticia de la semana

alianza socialista para las comarcas centrales

El anuncio conjunto que hacían los cuatro candidatos a las alcaldías de Alcoi, Toni Francés; Gandia, Diana Morant; Oninyent, Jorge Rodríguez y Xàtiva, Roger Cerdà, (la foto del pacto puede ser un icono) se enmarca en un nuevo panorama revitalizador para esta parte del territorio valenciano. La idea de abanderar «un proyecto en común con el que se le dará un nuevo impulso a las Comarcas Centrales Valencianas», como ha quedado comprometido, es muy alentador: sobre todo tras dos décadas de humillantes políticas de tierra quemada llevadas a cabo por los sucesivos gobiernos del PP.

La fuerza de esta propuesta trasciende a las mil y una que en este periodo se empiezan a escuchar de uno a otro confín. Empezando por su forma compartida de comunicarlo, al realizarla conjuntamente en casa de que cada una de las partes que la suscriben. Es una proclama que al realizarse ahora, cobra visos de patente a la hora de fijar prioridades de los gobiernos que saldrán de las urnas, en el caso de que estos candidatos reciban el beneplácito para gobernar sus respectivos municipios, como es ya el caso de dos de ellos. Pero es que, además, fija una hoja de ruta que retoma las ideas y la ilusión que se generaron en los primeros años de la década de los 90, y que fueron amputadas, hace veinte años, con la llegada del PP, con Eduardo Zaplana al frente de la Generalitat.

Hilar y tejer tanto tramo de tela deshilachada en la larga noche negra del PP, cuya siembra ha cosechado frutos de corrupción, de podredumbre democrática y de precariedad para la mayoría de la población, va a ser tarea esforzada, sin duda. Pero ya se vislumbra a modo de gran esperanza en el horizonte electoral como tarea para las formaciones políticas con talante inequívocamente democrático. Y, sin duda, contemplar cómo se retoman, con prudencia, algunas de las grandes ideas que gravitaron en torno a las CCV para los habitantes que pululamos por esta tierra de nadie —insertada en un territorio autonómico estigmatizado por las anacrónicas fronteras provinciales— es una nueva buena, máxime cuando procede de un partido que, en las mentadas ciudades, hace bandera de ella en su programa electoral.

Rus se lo cargó. Obviamente después vendrán la letra pequeña, los consensos, y el ajustar la letra a la música. Pero por de pronto veintitantas ideas o propuestas están recogidas en un documento lanzado por las candidaturas socialistas, relacionadas con el empleo, la economía, la innovación o las reivindicaciones históricas. Al tiempo que también resulta loable el acento que ponen a la hora de no crear más administraciones, ya que desde las instancias municipales se pueden llevar a cabo las metas sobre las CCV que se propongan. Como también lo es el querer desmarcarse del consorcio que en su día creó el PP, toda vez que este emergió como una plataforma para canalizar las entonces pródigas ayudas económicas de la UE pero que feneció por inanición a la que le sometió su presidente, Alfonso Rus.

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