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El resurgir universitario que Ontinyent ha hecho realidad

La Universitat ha pasado de votar la permanencia o no en la capital de La Vall a inaugurar un Campus y estrenar nuevas titulaciones gracias al impulso de la Fundació Universitària - La transformación ha sido total en cuatro años

El resurgir universitario que Ontinyent ha hecho realidad

En el discurso de inauguración del nuevo Campus universitario, el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, insistió en que al proyecto universitario se le había dado la máxima prioridad desde primer momento de llegar a la alcaldía, y añadió que, en realidad, se había convertido en «casi una obsesión» para el Govern d'Ontinyent. Así es, sin duda, en base a las cifras y los datos de los últimos cuatro años. Desde el verano de 2011, el proyecto universitario de Ontinyent ha dado un salto cualitativo y cuantitativo que lo dejado irreconocible en el sentido positivo de la expresión. De hecho, hace menos de un lustro, era más fácil predecir justo lo contrario. Hasta el punto de que la Universitat de Valencia, como recordó el rector Esteban Morcillo en su discurso en la inauguración del aulario, llegó a votar si abandonaba Ontinyent al comprobar la poca sintonía con el entonces equipo de gobierno de Lina Insa y los posibles contactos de éstos con universidades privadas.

Para relanzar un proyecto universitario que languidecía, Rodríguez decidió primero apostar por revitalizar la Fundació Universitària de la Vall d'Albaida, una entidad con más empleados que actividad propia, pero en cuya patronato se sientan la Universitat, Caixa Ontinyent, empresarios y sindicatos. Allí, en el seno de la Fundació, Jorge Rodríguez empezó a tejer complicidades y a poner de manifiesto su voluntad de relanzar Ontinyent como ciudad universitaria. Alcaldía y Caixa Ontinyent, con las aportaciones de sindicatos y empresarios, hicieron ver a la Universitat que el proyecto era estratégico para ambas entidades y que todos tenían que ir de mano para superar obstáculos económicos e incluso legales, como era el Decreto del Gobierno que impedía a la Universitat contratar profesores para implantar nuevas titulaciones en Ontinyent.

Pero el primer paso fue sanear las cuentas de la Fundació Universitària, con importantes lastres laborales y financieros, y poner al día su entramado administrativo, para lo que se contó desde el principio con el trabajo del personal de Caixa Ontinyent y de la alcaldía, que junto con la Universitat, formaron el Consell de Direcció de la FUVA, órgano encargado del día a día de una fundación que iba a convertirse en uno de los agentes decisivos para el relanzamiento del proyecto universitario.

Llegan las titulaciones

Los frutos del trabajo y del consenso que ha presidido la FUVA no tardaron en llegar. La Facultat d'Economia aceptó implantar la titulación de Administración y Dirección de Empresas, la más demadada según las encuestas, en sustitución de Finanzas y Contabilidad. Pocos meses después, el rector Morcillo anunció la licitación de las obras del nuevo aulario, diseñadas por Ramón Esteve, por importe de más de tres millones de euros, al tiempo que se implantaban los cursos de la Universitat dels Majors, para personas de más de 50 años que desbordó las previsiones y que este año roza los 300 alumnos matriculados. Su futuro a corto plazo: la creación de una cátedra de Innovación Urbana e Internacionalización y la implantación del master en Enología y Gestión Agroalimentaria.

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