Los vecinos de Enguera levantaron el antiguo asilo-hospital con sus manos por orden de algunas personalidades del pueblo, que en 1881 sufragaron la construcción de un hospital-asilo para paliar el hambre y la necesidad que azotaba a muchas familias. El centro —de grandes dimensiones— fue también guardería para niñas y lugar de enseñanza de labores. A partir de 1966 se convirtió en una residencia para ancianos, aunque no ha perdido su espíritu de atención a personas vulnerables. Actualmente dispone de 54 plazas, 24 de ellas subvencionadas por la Generalitat. La asociación gestora la integran 300 socios que pagan una cuota con la que se financia la institución, con una plantilla de 36 trabajadores, personal tanto sanitario como de atención social. La junta, sin ánimo de lucro, la componen 6 socios y, como miembros natos, el alcalde, el párroco y la monja superiora.