La Junta Local Fallera de Xàtiva ha cerrado l ejercio con dos balances positivos: con un superávit en las cuentas de 2014-15 y con la llamada deuda histórica liquidada al 100%. Sólo ha faltado que esos números sean definitivos, que no lo serán aún hasta dentro de unos días. Y es que la junta debe todavía cerca de 17.000 euros, pero el ayuntamiento le debe 18.000. Este último dinero es el plazo final de la partida de 90.000 euros con la que el consistorio sufraga las actividades oficiales de las fallas de la ciudad. Los números fueron dados a conocer anteanoche en una asamblea de presidentes en la que el máximo responsable de la JLF, Javier García Paños, no desveló si se presenta de nuevo a la reelección o si deja la junta tras diez años en el cargo. El plazo para presentar candidaturas es de quince días.
Paños ha mostrado su «satisfacción» por el balance dado a conocer, más que por el superávit previsto de 1.197 euros con el que se cerrará el ejercicio por haber finiquitado en poco más de cuatro años una deuda histórica que lastraba la economía de la junta. Y es que en 2011 la ejecutiva fallera setabense sufragó las fallas oficiales —que no municipales— de su propio presupuesto ordinario, algo que acarreó un desembolso de más de 28.000 euros. En los ejercicios posteriores, según fuentes de la junta, se ha tenido que afrontar el capítulo de gastos de ese año pero, además, liquidar una parte de esa deuda hasta saldarla por completa este año.
Respecto al futuro de la junta, García Paños corroboró en la asamblea de presidentes del lunes que medita seriamente no optar a la reelección por cansancio. Pero el hecho de que no cerrara la puerta a pensárselo y que dijera que agotará el plazo de los quince días previstos, ha suscitado entre las comisiones la sospecha de que se presentará de nuevo. Paños, que es presidente desde 2002, concita un consenso casi absoluto entre las fallas de la ciudad. Sobre todo porque antes de una etapa tan longeva ya como la suya, en la JLF de Xàtiva hubo cinco presidentes que sólo ejercieron dos años cada uno y no optaron a la reelección.
Unificación de actos
Desde la junta han explicado que los recortes aplicados desde 2013 —principalmente la fusión de actos que antes se realizaban por separada y duplicaban el gasto actual— ha sido clave, ya que además el consistorio ya rebajó su aportación anual en 2011.
