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a posteriori

Día de vino y rosas

Día de vino y de rosas. Un increíble Olímpic vapuleó con su habitual juego de contraataque al campeón, Gimnàstic de Tarragona, endosándole un 4-1 con todo merecimiento. El partido no tuvo desperdicio, el campo presentó su mejor aspecto con seguidores del equipo tarraconense vestidos con prendas de color rojo animando a su equipo. Proliferaron también en tarde calurosa un enjambre de medios informativos tanto escritos como hablados, con sus cámaras televisivas que fueron ampliamente abucheados por el público local. Hubo pasillo para los jugadores visitantes como homenaje a su ascenso de categoría.

El Nàstic demostró porqué es el campeón, desarrolló un fútbol de toque de gran calidad que en principio hacía temer lo peor para los intereses setabenses. El Olímpic, bien pertrechado atrás con su bloque defensivo titular, apoyado por sus pivotes Valiente y Acosta por delante y siempre contando con el exhaustivo trabajo de Álex Vaquero, auténtico pulmón del equipo que además consiguió un golazo y, sobre todo, la entrada de Álex Cortell en sustitución de Jiménez lesionado y retirado en camilla, dieron alas al equipo setabense tras el gol del xiquet de Moncà, que no sabemos que pinta un jugador como él esperando en el banquillo de la suplencia, un gol marca de la casa. Arranque desde casi el centro del campo, le gana en carrera al central de turno, se planta ante el portero y le bate por bajo, 2-0 y delirio en la grada.

El gol del Nàstic en el minuto 60 espoleó a los nuestros, que nunca bajaron la guardia y siguieron porfiando con los de Tarragona hasta anotar Álex Vaquero su gol y, ya en tiempo de descuento, Dani Gómez se sumó por primera vez a la fiesta logrando el cuarto para su equipo.

Perfecta la distribución de los jugadores sobre la cancha y también el cambio de Belda, jugador más defensivo, por Víctor Ruiz con objeto de defender el resultado. Tal como suponíamos, queremos destacar el regreso al equipo del capitán Rifaterra que, aunque solo contó con 10 minutos de partido, demostró su gran profesionalidad y sus increíbles cualidades en un hombre ejemplar dentro y fuera del campo.

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