Una madre desesperada ha pedido a la Fiscalía de Menores de Alzira que le devuelva la custodia de su hijo, tras cumplir una orden cautelar de alejamiento de un mes, interpuesta por una denuncia «falsa», según la madre, del padre del niño. L. C., vecina de Xàtiva, expone que ha cumplido la orden, que todos los informes realizados son favorables para que le devuelvan a su hijo, «pero el fiscal, pasados cuatro meses, no actúa».
La madre afectada no ve a su hijo, de dos años y medio, desde el pasado 30 de enero, cuando, según explica, su ahora expareja la denunció ante la Guardia Civil por querer ahogar a su hijo. L. C expone que «es todo falso y todos pudieron ver que el niño estaba bien. Cómo voy a querer ahogar a mi hijo», afirma la afectada.
Ante la denuncia, el fiscal decretó una orden cautelar de alejamiento de un mes de la madre respecto al hijo y L.C. tuvo que ser reconocida por un médico forense. El informe certifica que la madre no sufre ninguna patología psíquica, según indica ella. El menor también fue reconocido por un médico forense, que también emitió un informe favorable para la madre, asegura ésta.
Respuesta «urgente» del fiscal
La madre critica que «por la palabra de mi expareja, que no ha justificado ninguna agresión, yo esté sin poder ver a mi hijo. Es su palabra contra la mía y el afectado es el niño», lamenta L. C., que pide al fiscal de Alzira que «responda urgentemente» a la petición de su abogado de retirar la orden de alejamiento «porque hay un menor por medio». La madre señala que «el tiempo va pasando en mi contra, porque me estoy perdiendo ver crecer a mi hijo y el padre está manipulando al niño en mi contra».
L. C. ha iniciado un proceso contencioso de divorcio con su expareja, que se ha quedado con la vivienda en la que residían y de la que la afectada denuncia que «no me han dejado sacar nada». L. C. también teme que este proceso de divorcio «esté afectando al de la custodia de mi hijo. Igual hasta que no se resuelva sobre la separación no me dejarán ver a mi hijo». La madre expresa su deseperación, ya que el proceso judicial del divorcio puede alargarse hasta septiembre u octubre y teme que hasta entonces no le dejen ver al pequeño.
