La regidora de Ciudadanos (C's) que el sábado aupó a Compromís a la alcaldía de la Font de la Figuera se enfrenta a un expediente que podría desembocar en su expulsión inminente del partido por desobedecer la diciplina interna y cruzar diversas «líneas rojas». Purificación Lluch no solo fue determinante en la investidura de Vicent Muñoz, sino que además ha negociado incorporarse como teniente de alcalde en un gobierno tripartito junto a nacionalistas y socialistas. Según confirmaron a Levante-EMV diversas fuentes de la organización, el partido medita actuar con contundencia en este y otros casos similares surgidos en territorio valenciano.
Dos días antes del pleno de investidura, en declaraciones a este diario Lluch descartó apoyar a un ejecutivo de cualquier signo si no lo lideraba ella, siguiendo las directrices trazadas por C's desde Catalunya. Después de tres semanas de negociaciones, la edil mantuvo en la incógnita el desenlace hasta el último minuto del pleno. La votación fue secreta, pero el cambio de planes se evidencia en el anuncio de que Lluch ocupará un sillón en el nuevo gobierno.
El PP, la fuerza más votada el 24M, quedó así relegada a la oposición. Su candidata, Mª José Penadés, se enfrentó y ganó a Lluch la presidencia de la formación popular en 2013. Las discrepancias condujeron a ésta última a pasarse a Ciudadanos. En 2007, Lluch integró la lista del PP, entonces encabezada por el exalcalde de la Font entre 1999 y 2011, Santiago Micó. Éste, a su vez, iba de número 5 en la candidatura de C's en las últimas elecciones. Dada la manifiesta enemistad entre Micó y Penadés, moldeada a lo largo de los años, el pacto C's-PP se antojaba complicado desde el primer momento. Micó le arrebató la vara de mando a Penadés en 1999 bajo las siglas de Unió Valenciana y, posteriormente, en 2003, la revalidó con el PP. Años después, Mª José Penadés se vengó de Micó venciéndole en el congreso local del Partido Popular, proclamándose presidenta del partido y relegando a aquel en el seno del mismo.
Incógnita sobre la edil
Purificación Lluch no atendió ayer a las llamadas de este diario. Desde C's sostienen que no quieren «dar oxígeno» a fuerzas nacionalistas e incluso plantean denunciar a los ediles que se han saltado sus directrices por «tránsfugas». Si la regidora es expulsada, pasaría al grupo de no adscritos. El alcalde de la Font, Vicent Muñoz, afirmó ayer que la situación «no tiene por qué afectar» al ejecutivo local y negó la existencia de un pacto de gobierno con C's. Muñoz indicó que la línea de trabajo se basará «en el consenso y el diálogo con todas las fuerzas» y sugirió que si Penadés no resultó investida es «por sus formas dictatoriales». Ésta, a su vez, acusa a C's de «no respetar la voluntad del pueblo».
